La pandemia ha pegado fuerte al sector financiero en general, y en particular a los segmentos de microfinanzas y consumo.
Prueba de ello es que de las 54 entidades financieras que operan en el país, 26 registraron pérdidas a julio. Entre las instituciones con resultados en rojo hay cinco bancos, seis financieras, cinco cajas municipales, siete cajas rurales y tres edpymes (ver tabla).
En este contexto, las microfinancieras (especializadas en financiar a las mype) evalúan diferentes opciones para fortalecer su patrimonio, medida que les permitirá seguir colocando créditos y afrontar potenciales pérdidas por impagos de sus clientes.
Visto bueno
Hasta el momento solo dos cajas municipales tienen el visto bueno para acogerse al programa estatal de fortalecimiento patrimonial para las microfinancieras lanzado por el anterior Gobierno en abril, según la jefa de la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS).
La SBS viene coordinando con el Ministerio de Economía (MEF) la posibilidad de ampliar el plazo del programa, que vence en octubre.
Algunas entidades han optado por no acogerse a este programa, pues les impone restricciones que no quieren tener, según la SBS. Y más bien están prefiriendo otros caminos para fortalecer su patrimonio, que incluyen emisión de bonos subordinados, aportes de capital o incorporación de socios estratégicos, detalló.
Sipán
Hay incluso un número reducido de microfinancieras que está considerando autoliquidarse, añadió. Precisamente, ayer la SBS autorizó la disolución voluntaria y liquidación de la Caja Rural de Ahorro y Crédito Sipán. Explicó que esta disolución voluntaria, una salida ordenada del mercado, solo se autoriza cuando la entidad está en condiciones de cumplir con todos sus acreedores.
A julio, las pérdidas de caja rural Sipán alcanzaron los S/ 5 millones y sus ingresos financieros eran negativos. Sus activos sumaron S/ 24.3 millones y reportó créditos por S/ 19.3 millones y depósitos por S/ 20.9 millones.
Jorge Delgado, presidente de la Asociación de Instituciones de Microfinanzas (Asomif), sostuvo que la autoliquidación de la caja Sipán es un caso aislado y consideró improbable que otras microfinancieras sigan el mismo camino.
Presión
Sin embargo, sostuvo que el Gobierno debería ajustar, de acuerdo con la coyuntura actual, el programa de fortalecimiento patrimonial para que más microfinancieras se puedan acoger. “Conforme vayan pasando los meses y la actividad económica no alcance la velocidad prepandemia será difícil seguir colocando préstamos. En este momento las empresas de todo tamaño, incluidos los microempresarios, están siendo reticentes porque hay incertidumbre”, advirtió.
Planteó al MEF reunirse con el gremio para evaluar otras acciones que ayuden a bajar la presión sobre las microfinancieras. Así, se podría considerar la compra de cartera mala por parte del Estado, que luego recomprarían las entidades financieras, dijo.
Delgado ve poco probable que las pérdidas que acumulan las microfinancieras se reviertan este año.
EN CORTO
Créditos. El índice de morosidad del sistema financiero seguiría al alza en lo que resta del año. La mora se seguirá sincerando en todo el sistema en la medida en que no se impulse la colocación de nuevos préstamos, estimó Jorge Delgado, de Asomif. Las familias están cautas en su consumo y, por lo tanto, los negocios no se están reactivando como se esperaba, sostuvo.