Los alcistas del sector tecnológico en Wall Street cuentan con que las acciones de megacapitalización de la industria se muevan al alza dentro de poco y comiencen un repunte en el S&P 500.
La esperanza es que la Reserva Federal esté cerca de concluir su campaña de lucha contra la inflación y que las tecnológicas, el grupo que más ha sufrido por las alzas de tasas de interés, se recuperen.
La perspectiva, aunque aún no es inminente, se acercó un paso más a la realidad el viernes cuando el último informe de empleo mostró una desaceleración en el crecimiento de los salarios, que la Fed está buscando como una señal de progreso en su batalla contra la inflación. Tal vez no sea sorprendente que el índice Nasdaq 100 de gran ponderación tecnológica haya tenido su mejor día desde el 30 de noviembre. El indicador extendió los avances el lunes.
Es probable que esta semana haya más claridad respecto de cuándo los inversionistas obtendrán la última actualización sobre la inflación. Una encuesta de Bloomberg a 12 economistas indica un salto del 6.5% en el índice de precios al consumidor en diciembre, por debajo del nivel del 9.1% de junio. Una encuesta de la Universidad de Michigan a los consumidores estadounidenses mostró que las expectativas de inflación para el año venidero cayeron el mes pasado al nivel más bajo desde junio de 2021.
El S&P 500 perdió un 6.7% entre principios de diciembre y el jueves, y dos acciones —Apple Inc. y Tesla Inc— fueron las responsables de un tercio de la caída, lo que demuestra cuán fuerte es la influencia que tienen las acciones tecnológicas de megapacitalización en el mercado en general.
Pero una desaceleración económica que provoque un cambio por parte de la Fed también conlleva sus propios riesgos. Apple ha ordenado menos componentes para una serie de productos, dada la desaceleración de la demanda, informó Nikkei el 2 de enero. Los analistas de UBS cuestionaron las perspectivas de crecimiento del negocio de computación en la nube de Microsoft Corp., mientras que Tesla está lidiando con la caída de las ventas en China.
La próxima temporada de resultados puede cambiar la percepción, pero hasta ahora parece sombrío. Se espera que las empresas en el S&P 500 publiquen una disminución de las ganancias del 2.7% en el cuarto trimestre, según muestran los datos compilados por Bloomberg Intelligence. Excluyendo los cinco componentes más grandes del S&P 500, la cifra es de solo -0.9%.
La tendencia alcista que habían liderado los gigantes tecnológicos por gran parte de la última década se revirtió el año pasado cuando el aumento de los precios obligó al banco central a contraatacar. A medida que las tasas de interés subieron y las perspectivas de crecimiento empeoraron en el 2022, el grupo de empresas conocido como FAAMG (Meta Platforms Inc, Amazon.com Inc., Apple, Microsoft y Alphabet Inc.) perdió el 38% de su valor de mercado, por detrás del Nasdaq 100 y S&P 500.
La desaceleración para las empresas tecnológicas ejerció un enorme lastre en los principales índices. Apple, la acción más grande del S&P 500 por valor de mercado; y Tesla, la decimoquinta más grande, fueron responsables del 88% de la caída del S&P 500 en el primer día de negociación de 2023. En total, un indicador que rastrea a cuatro gigantes tecnológicas —Alphabet, Amazon, Meta y Netflix— subió un 3.2% durante la semana, mientras que un indicador más amplio que incluye a Tesla y Advanced Micro Devices Inc., cayó un 1%.
La mayoría de las veces, ningún otro sector es lo suficientemente grande como para compensar un movimiento en las acciones tecnológicas. Y aunque la influencia del grupo de empresas tecnológicas de alta capitalización en el S&P 500 está disminuyendo a medida que gigantes como Apple pierden valor de mercado, el grupo sigue siendo enorme.
Para dar una idea de la magnitud de esto: la participación de solo los cuatro titanes tecnológicos en el S&P 500 (Apple, Microsoft, Alphabet y Amazon) se sitúa en alrededor del 16%, mayor que todo el grupo de atención médica, el segundo sector más grande del índice después del de tecnología.