El mercado de las bebidas alcohólicas ha sido afectada en el último año por la variación de los precios al consumidor. De octubre del 2018 a noviembre del 2019, el sector de bebidas alcohólicas y tabaco aumentó en 13.04%, según el Instituto Nacional de Estadísticas e Informática (INEI). Ello está relacionado de manera directa al aumento del impuesto sobre el consumidor (ISC), pero igual continúa siendo un escalamiento agresivo: es el único sector que ha variado en doble dígito.
Si bien existen diferentes comportamientos para cada producto dentro del sector en este contexto, un producto que se mantiene en recuperación —e inclusive al alza— son los vinos de alta gama. La combinación de tener un nicho perteneciente al nivel socio-económico A, un alza al impuesto menor que los licores y empresas importadoras que han ‘sacrificado’ márgenes de ganancias para asumir el alza del impuesto, ha creado las condiciones de un mercado estable y que sobresale del resto del sector. “Los más impactados [por la subida de precios] han sido los licores. Los impuestos eran de 25% y subieron a 40%, mientras que los vinos subieron a 30%”, comentó Edwing Torres, director y gerente de El Pozito a Gestión.pe.
Los vinos de alta gama vienen creciendo al 9% anual, según el reporte de importaciones de la Superintendencia Nacional de Aduanas y Administración Tributaria (Sunat). La oferta de los vinos de esta categoría suelen encontrarse en lugares específicos para su nicho: locales y/o eventos especializados para conocedores.
El Luxury Wine Experience, evento de Scotiabank especializado en bebidas alcohólicas de lujo, asegura que el ticket promedio de compra de la edición de este año —la sexta edición— aumentó de S/ 467 a S/ 534. Como es por invitación y no se comercializa, el promedio de atendientes es alrededor de 5,000 personas y no varía mucho. Ell 98% del portafolio del evento son vinos importados, de países como Italia, España y Argentina. “En el Perú hay una porción del mercado ligada el NSE A que opta por vinos de alta gama europeos y americanos. El consumo se incrementan, con un ticket promedio de S/ 160”, asegura Hernán Díaz Eguiluz, gerente general del Programa Luxury.
La tendencia por optar los vinos importados tiene que ver con dos factores: la evolución de las ventas de vino a nivel local que llevó a la sofisticación de un nicho (nse A) y la estabilidad del Perú (a diferencia del resto de la región). Torres afirma que en los últimos 15 años, las ventas de vino se han triplicado. Han entrado productos de Argentina, Chile y España. “Hemos sido invadidos por vinos de esos países porque el Perú es más estable. Y el consumidor, por su parte, al aumentar su consumo, cada vez quiere traspasar más fronteras y optar por productos del extranjero”, añade. Recalca que el que más aumentado en el último año ha sido España.
La ventas de los vinos nacionales, según los expertos, no se han visto afectadas negativamente necesariamente, sólo que la sofisticación de dicho nicho se ve impulsado a comprar vinos importados. Además, Torres afirma que las empresas del extranjero han estado dispuestos a “sacrificar parte del margen de ganancia” para que el precio no se vea muy afectado.
El espacio geográfico más atractivo para invertir en eventos y locales de alta gama es Lima, por ocupar la mayor parte del nse A. Según el 'market report’ de la compañía peruana de estudios de mercados y opinión pública (Cpi), a abril del 2019, el 25.7% de los residentes del departamento de Lima pertenecen al NSE A/B. Ello se traduce en —aproximadamente— casi 3 millones de personas. No sólo es el mayor número de habitantes pertenecientes a dicho nivel socioeconómico, sino es el mayor porcentaje también a nivel nacional. “La calificación del consumidor [de alta gama] ha sido tal que nos ha llevado a hacer inversiones específicas para este nicho. Por ejemplo tenemos un nuevo local especializado en gourmet, porque hay una oportunidad de vender comida, artículos [y demás bienes complementarios]”, finaliza Torres.