Las ventas internacionales de bonos en América Latina aumentan de nuevo a medida que se desvanecen las esperanzas de recortes de tasas en Estados Unidos este año, lo que ha llevado a empresas y Gobiernos a volver a los mercados de capitales.
Emisores de los sectores público y privado han recaudado más de US$49,000 millones mediante la venta de bonos denominados en monedas locales y de reserva hasta el 13 de julio, según datos recopilados por Bloomberg. Esta cifra es solo US$9,000 millones inferior a los US$58,000 millones recaudados en todo 2022, el año más lento en términos de ventas desde 2008. Para este año, los banqueros de Citigroup Inc. prevén cerca de US$100,000 millones en ventas internacionales de bonos de la región, mientras que BNP Paribas S.A. proyecta unos US$60,000 millones.
Los bancos centrales de la región comenzaron a endurecer su política monetaria antes que sus homólogos de EE.UU. y otros países, lo que permite posibles recortes de tasas. En EE.UU., los operadores prevén otro aumento de tasas de 25 puntos básicos, lo que situaría la tasa de referencia de la Reserva Federal en un rango objetivo entre 5.25% y 5.5%, alrededor de 100 puntos básicos por encima de lo que los participantes del mercado pronosticaban en mayo para fin de año, según datos recopilados por Bloomberg.
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“Algunos soberanos todavía tienen algunas necesidades de financiación y podrían tratar de prefinanciar el presupuesto del próximo año, dado el tono constructivo del mercado primario”, dijo Anna Abadias, vicepresidenta del equipo de mercados de capitales de deuda latinoamericana de BNP. El banco espera que las grandes empresas e instituciones financieras consideren recurrir al mercado “ahora que se estima que las tasas se mantengan altas por más tiempo”, señala.
Varias operaciones podrían llegar al mercado en la segunda mitad del año. Brasil contrató a Banco Itau BBA, JPMorgan Chase & Co. y Banco Santander Brasil SA para que colaboraran en la primera venta de bonos sostenibles de la historia del país, una muy esperada operación que llegaría a los mercados a finales de año.
El Tesoro brasileño dijo el viernes que también supervisaría las condiciones del mercado para posibles emisiones de deuda externa tradicional. La nación latinoamericana podría recurrir a su bono del 6% con vencimiento en 2033, dijo el mes pasado una persona familiarizada con el asunto.
Banco Internacional, un banco comercial chileno, realizó recientemente una serie de videoconferencias en anticipo a una posible transacción de referencia a cinco años denominada en dólares, según informaron fuentes al tanto del tema a principios de esta semana. Un encargado de prensa del banco con sede en Santiago no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.
Chile y Paraguay, además de las grandes petroleras Petróleo Brasileiro SA y Ecopetrol S.A., fueron algunos de los emisores latinoamericanos que realizaron transacciones denominadas en dólares en junio. Petrobras recaudó US$1,250 millones con un bono a 10 años que atrajo una cartera de pedidos 3,4 veces superior al tamaño del acuerdo, según informó la empresa en un comunicado el 3 de julio. La compañía monitorea los mercados y evalúa otras transacciones que reducirían el costo de capital cancelando anticipadamente su deuda más cara, según declaró en una entrevista el director financiero, Sergio Caetano Leite.
“Había llegado el momento de poner los pies en el agua y ver cuál era la temperatura”, dijo el directivo. “La aceptación fue buena, lo que nos lleva a seguir mirando los mercados de deuda. Petrobras ha vuelto al juego”.
Las empresas latinoamericanas se están aventurando de nuevo en el mercado, dijo Adrian Guzzoni, jefe para América Latina de mercados de capitales de deuda de Citi. La expectativa es que el “mercado siga mejorando en términos de volúmenes”, señaló Guzzoni. “Cuando algunas de las empresas empiezan a venir, obviamente muchas otras siguen el ejemplo”.
Otro motor de las nuevas emisiones podría ser la necesidad de refinanciar las líneas de crédito bancarias que las empresas suscribieron para evitar tener que recurrir a los mercados de bonos durante los recientes períodos de volatilidad del mercado, señala Juan Fullaondo, jefe de mercados de capitales de deuda de América Latina y el Caribe de Bank of Nova Scotia.
Los emisores también registran demanda de inversionistas para la venta de bonos en moneda local. Este año, Uruguay, Chile, Perú y República Dominicana han colocado deuda en moneda local en un formato que facilita la compra tanto para inversionistas nacionales como internacionales. Estos bonos normalmente pueden liquidarse a través de cámaras de compensación muy utilizadas por los inversionistas internacionales, como Euroclear.
“Ver transacciones en moneda local con algunos inversionistas internacionales es una buena señal en términos de apertura del mercado, porque esas transacciones suelen hacerse en mercados sanos”, dijo Guzzoni.
México ofrecerá el 20 de julio un bono sostenible que vence en mayo de 2035 con un cupón de 8%, informó el miércoles el banco central del país.
Los rendimientos de los mercados emergentes se han estabilizado en los últimos meses, pero siguen en niveles significativamente más altos que hace un año. Sin embargo, eso no disuade a los emisores. “Los emisores están aprovechando el tono constructivo del mercado para refinanciar los próximos vencimientos y extender sus perfiles de vencimiento”, afirma Abadias, de BNP.
“Si bien en muchos casos estos ejercicios se traducen en nueva deuda más costosa, nadie puede predecir si habrá demanda de crédito a más largo plazo el próximo año”, dijo Abadias.
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