La Unión Europea contempla un plan para limitar el precio de las exportaciones de combustibles refinados rusos de primera calidad, como el diésel, a US$ 100 el barril, con un límite inferior de US$ 45 para los productos con descuento, según personas familiarizadas con el asunto.
La rama ejecutiva de la UE considera esos niveles objetivo después de que el Grupo de los Siete ofreciera un rango de precios basado en parte en el límite existente para el crudo, pero esos niveles aún podrían cambiar durante las conversaciones con los Estados miembro. El bloque prohibirá las importaciones de productos rusos refinados a partir del 5 de febrero como parte de un esfuerzo por sancionar a Rusia por su invasión a Ucrania.
La UE y el G7 quieren imponer precios máximos a las exportaciones rusas a países terceros, pero los precios son variables y volátiles. El precio más alto de US$ 100 por barril se aplicaría a productos como el diésel, que cotizan con una prima sobre el crudo. El nivel de US$ 45 por barril se aplicaría a los de descuento como el fuelóleo, dijeron las personas.
Las negociaciones se complican debido al esfuerzo de la UE por equilibrar dos objetivos contrapuestos: limitar los ingresos de Rusia y evitar picos de precios o escasez de productos clave en el mercado global. La UE tendrá que acordar por unanimidad los niveles máximos de precios, que luego deberá aprobar el G7.
Diplomáticos de la UE comenzarán a discutir los niveles de precios el viernes y se prevé que las conversaciones continúen durante los próximos días, con un grupo de países que buscan imponer límites más estrictos a los ingresos rusos por exportaciones de petróleo y endurecer las sanciones más amplias de la UE contra Moscú.
A las autoridades europeas les preocupa en particular la escasez de diésel después de la prohibición, y el límite de precio tiene como objetivo garantizar que las exportaciones rusas aún puedan venderse a otras partes del mundo.
Los funcionarios del G7 prevén que el diésel ruso que se vende actualmente en Europa probablemente encuentre compradores en América Latina y África. Europa, por su parte, intentará comprar diésel de Oriente Medio y Estados Unidos, que actualmente venden más a América Latina y África. Los cambios podrían generar costos de envío más altos, ya que algunos envíos recorrerán una distancia más larga.
El límite a los combustibles refinados se produce después de que la UE acordara a fines del año pasado establecer un precio tope para las exportaciones de crudo ruso en US$ 60 el barril, que fue el resultado final de una larga negociación. Ese sistema ha ayudado a mantener el petróleo ruso en el mercado, pero con un gran descuento.