Trigo, girasol, titanio, aluminio y níquel: Rusia y Ucrania son países clave en el abastecimiento mundial de materias primas estratégicas, ya sean de uso industrial o alimentario.
Tras la invasión rusa de Ucrania, el precio de muchas de estas materias ha estallado, llegando a niveles desconocidos.
Gas y petróleo
Rusia es uno de los primeros productores mundiales de gas y de petróleo, y los inversores están preocupados por posibles cortes de abastecimiento de hidrocarburos.
El barril de petróleo, ya sea el Brent del mar del Norte o del WTI estadounidense, alcanzó el jueves los niveles del 2014, por encima de la barrera simbólica de los US$ 100.
“Si se diera una interrupción parcial de las entregas de petróleo ruso, el resto de grandes países productores solo podrían compensarlo de forma limitada”, alerta Carsten Fritsch, analista del banco alemán Commerzbank.
Productos agrícolas: el Mediterráneo depende del mar Negro
Ambos países son el “granero de cereales” del mundo. Desde el 2018, Rusia es el primer exportador mundial de trigo, “crucial” para alimentar el planeta, pero los analistas estaban más preocupados este jueves por la capacidad exportadora de Ucrania.
En Europa, el precio del trigo alcanzó un nivel inédito: 344 euros la tonelada.
Ucrania, que es también el cuarto exportador mundial de maíz, podría convertirse en el tercer exportador de trigo, por detrás de Rusia y Estados Unidos.
“Las autoridades rusas prohíben la navegación en el mar de Azov, los puertos de exportación están cerrados y Odesa fue bombardeada, eso significa que los cereales ucranianos no pueden salir del país”, explica Philippe Chalmin, economista coordinador de la guía anual Cyclope del mercado mundial de materias primas.
Ahora bien, Chalmin cita a la consultora Ukr-AgroConsult para afirmar que quedan “500,000 toneladas de trigo y 1.7 millones de toneladas de maíz” ucranianos listos para su exportación.
“Más allá del problema de acceso a los puertos, también existe el riesgo de daños en las cosechas ucranianas si hay combates terrestres”, añade la consultora Capital Economics en una nota.
El abastecimiento de países del Medio Oriente, de África (como Egipto, Argelia) depende cada vez más del trigo ruso y ucraniano, “por lo que puede haber un problema si los barcos que transportan el trigo están parados en el mar Negro”, advierte Philippe Chotteau, responsable económico del Instituto de Ganadería, en París. “Espero que haya existencia”, dice.
Para el gabinete especializado Agritel, “el mayor riesgo lo tiene el aceite de girasol”. Ucrania es conocida por sus enormes extensiones de girasol, que la convierten en el primer exportador mundial de los granos y del aceite.
Sin embargo, “la situación del mercado mundial del aceite es muy tensa. Hay pocas existencias de aceite de soja en Latinoamérica, y de aceite de palma en Indonesia y Malasia, y la demanda es muy fuerte”, detalla Sebastien Poncelet, experto de Agritel.
Metales: automóviles y aeronáutica entre los más afectados
Los metales industriales “más expuestos” a las sanciones de la comunidad internacional contra Rusia serían el aluminio, el níquel y el paladio, según Capital Economics.
El grupo ruso Rusal es el segundo productor industrial del mundo de aluminio. Este jueves, el precio de este metal alcanzó un récord histórico en el mercado LME de Londres: US$ 3,382.50 la tonelada.
En cuanto al níquel, el magnate Vladimir Potanin dirige la rusa Nornickel Norilsk. Rusia era el tercer productor de mineral de níquel en el 2019, detrás de Indonesia y Filipinas, pero es la segunda (por detrás de China) respecto al níquel refinado.
Según estimaciones de Capital Economics, tras la invasión militar, el 7% del mercado mundial de níquel refinado “podría verse afectado” por las posibles sanciones contra Rusia. Este metal, cuyo precio actualmente marca récords en el mercado, es uno de los más demandados por las fábricas de baterías eléctricas, que deberían permitir a la industria del automóvil abandonar el petróleo.
El sector del automóvil también estaría muy afectado por dependencia del paladio, del que Rusia controla el 50% del mercado mundial, y que sirve para fabricar convertidores catalíticos.
El titanio, metal muy demandado por los constructores de aviones por su ligereza y su alta resistencia, está indirectamente afectado por el conflicto. La sociedad rusa VSMPO-Avisma, fundada en 1941 en los montes Urales, es el primer suministrador de la aeronáutica mundial, según el director general del fabricante de motores de aviones, la francesa Safran, Olivier Andries, quien, sin embargo, afirma disponer de “varios meses de existencias”.