Los futuros de la harina de soja oscilaron entre alzas y bajas en las operaciones del lunes, mientras el mercado comenzaba a digerir los cambios que podría sufrir la economía agraria de Argentina bajo la presidencia del mandatario electo Javier Milei.
Los precios de este ingrediente clave en la alimentación de pollos y cerdos cayeron inicialmente hasta un 26% después de que los votantes eligieron al libertario, que prometió cambiar el peso por el dólar estadounidense, una medida que podría alentar a más agricultores a vender.
Posteriormente, los futuros cambiaron de rumbo y subieron hasta un 1.2%, ya que los operadores volvieron a centrarse en la escasez actual y no en un futuro aumento de la oferta que, de todos modos, no comenzaría hasta la nueva temporada de cosecha.
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“Los agricultores deberían ser más activos vendiendo soja una vez que Milei implemente algunas promesas de campaña”, dijo Thiago Milani, jefe de operaciones y originación de la empresa brasileña de agronegocios 3Tentos.
“Argentina seguramente será un actor importante en el mercado mundial de harina, pero probablemente después de mayo del próximo año”.
Milei, que asumirá el cargo el 10 de diciembre, ha propuesto abandonar el peso y dolarizar la economía. Una medida así podría impulsar las ventas de soja por parte de los agricultores, ya que preferirían que se les pague en dólares que en una moneda local más débil. También aumentaría las arcas de los procesadores argentinos que hasta ahora han tenido poco material que triturar.
Si se implementara esta política, los agricultores argentinos “venderían una parte de la nueva cosecha de soja a partir del primer día de la era Milei”, dijo Charlie Sernatinger, jefe global de cereales de Marex Capital Markets.
Hasta entonces, el mercado seguirá bastante ajustado. Los suministros en Argentina están casi agotados, mientras que el tiempo caluroso y seco en Brasil, el principal productor de soja del mundo, ha generado preocupación por la posibilidad de que los suministros sean menores de lo esperado el próximo año.
Argentina ha tenido una cosecha pequeña este año, pero tradicionalmente es el mayor exportador mundial de harina y aceite de soja.
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