La Junta de Estabilidad Financiera (FSB, por sus siglas en inglés) publicó el miércoles un informe de 63 páginas en el que aconseja hacer una revisión de las regulaciones para los fondos del mercado monetario con el propósito de corregir las falencias expuestas por la agitación que al inicio de la pandemia congeló los mercados financieros.
Los fondos deberían penalizar a los inversionistas que intentan retirar el dinero rápidamente en una crisis, según el informe. El FSB, en un conjunto de propuestas hechas a los reguladores financieros de todo el mundo, también sugirió prohibir que los inversionistas retiren todo su dinero.
La industria global, de casi US$ 9 billones, está experimentando un déjà vu. La crisis financiera del 2008 expuso problemas importantes con los fondos del mercado monetario, que se supone que son lugares aburridos para depositar efectivo y ganar un poco de interés.
Los reguladores pasaron años tratando de eliminar esos problemas, diseñando una serie de mecanismos destinados a ralentizar el retiro de los inversionistas en momentos de estrés. Pero el pánico financiero causado por el COVID-19 dejó en claro que todavía hay problemas con los fondos y los mercados de deuda a corto plazo.
Marzo del 2020 marcó “la segunda vez en 12 años en que las autoridades de Europa y Estados Unidos tuvieron que intervenir para apoyar al sector”, dijo Randal Quarles, actual presidente del FSB y también vicepresidente de supervisión de la Reserva Federal, en una rueda de prensa.
Debido a que los fondos del mercado monetario todavía son susceptibles a las corridas de los inversionistas y dificultades cuando se ven obligados a deshacerse de los activos bajo presión, el informe “presenta un rango de opciones de política para abordar estas vulnerabilidades”.
Los fondos deberían cobrar a los inversionistas el costo de sus movimientos por los rescates anticipados y a gran escala, “especialmente en momentos en que la liquidez es particularmente costosa”, según el informe del FSB.
Como resultado, los inversionistas que mantengan su dinero en los fondos obtendrán mayores rendimientos. Esto, dijo el FSB, puede tener que ser decretado por los reguladores para evitar la renuencia de los administradores a imponerlo.
El grupo encargado de establecer normas internacionales también abogó por una regla de “saldo mínimo en riesgo”. A los inversionistas se les prohibiría retirar todo su dinero de una vez y tendrían que dejar una “pequeña fracción”. Una idea relacionada, un colchón de capital, también podría ser útil, dijo el FSB. El dinero se depositaría en una cuenta de depósito en garantía para cubrir pérdidas materiales de “eventos raros y predefinidos”.
El regulador también planteó la posibilidad de pruebas de estrés y más revelaciones públicas de activos en los fondos, que mantienen deuda pública y corporativa a corto plazo.
Otra forma de disuadir a los inversionistas para que no retiren abruptamente el capital sería modificar las reglas sobre la liquidez de los fondos, según el informe. Al menos en EE.UU., las regulaciones actuales estipulan que, si los activos líquidos de un fondo caen por debajo de un umbral, su directorio puede imponer un cargo de hasta 2% sobre los retiros, o incluso suspenderlos por completo.
Esas disposiciones incentivaron a los inversionistas el año pasado a retirar dinero antes de que se impusieran los cobros. Desacoplar el umbral de las sanciones podría mitigar estas preocupaciones y dar a los fondos una mayor flexibilidad para administrar su liquidez.
El FSB está solicitando comentarios del público sobre este nuevo informe. Se publicará una versión final antes de la reunión del Grupo de los 20 en octubre.