La Bolsa de Metales de Londres (LME) suspendió este martes la cotización del níquel, gran parte del cual se produce en Rusia, después de que los precios alcanzaran los US$ 100,000 por tonelada, una cifra sin precedentes.
El níquel es un componente clave en los cátodos de las baterías de automóviles, y Rusia es el tercer mayor productor del metal. Y es probable que su encarecimiento impacte a toda la industria automotriz y aumente los costos en el incipiente mercado mundial de vehículos eléctricos.
La LME ya no reanudó la cotización del níquel el martes y dijo que la suspensión podría durar más debido a la invasión rusa en Ucrania. Los precios del níquel se han cuadruplicado en una semana debido a problemas de suministro, y el aumento del martes obligó a la LME a suspender el comercio electrónico y de piso.
El níquel se vendía en US$ 80,000 la tonelada cuando se detuvo la negociación, 66% más en el día y 177% más comparado con el lunes.
Los grandes fabricantes de automóviles General Motors y Toyota afirmó que los suministros de níquel aún no se han visto afectados. Pero un portavoz de Toyota en Estados Unidos dijo que la compañía está vigilando los precios.
Toyota ha visto aumentar los costos de casi todos los metales preciosos, por lo que es solo cuestión de tiempo hasta que sienta los aumentos, dijo el vocero.
Tesla, el fabricante de vehículos eléctricos más grande del mundo, no ha comentado al respecto.