Los precios del cobre subían el martes ante el optimismo de que los datos muestren una nueva desaceleración de la inflación en Estados Unidos, pero las ganancias se veían limitadas por preocupaciones sobre el aumento de los casos de COVID-19 en China.
A las 11:00 GMT, el cobre a tres meses en la Bolsa de Metales de Londres (LME) subía un 0.4%, a US$ 8,411 la tonelada, revirtiendo las pérdidas de la sesión anterior.
Los mercados de metales han subido recientemente por esperanzas de que la inflación en Estados Unidos haya tocado techo, lo que permitiría al banco central relajar su ritmo de subidas de las tasas de interés.
Los datos de la inflación al consumo de noviembre en Estados Unidos se publicarán a las 13:30 GMT y se espera que muestren un aumento interanual del 6.1% en la lectura subyacente, que excluye los precios de los alimentos y la energía, por debajo del 6.3% de octubre.
“Ese informe sobre la inflación ha provocado fuegos artificiales en las últimas tres o cuatro publicaciones. Si recibimos una sorpresa negativa esta tarde, existe el riesgo de que se produzca alguna liquidación de posiciones largas”, dijo Ole Hansen, de Saxo Bank en Copenhague.
El cobre se encuentra en un rango de entre 8,300 y US$ 8,600 la tonelada, y si los precios rompen por abajo, probablemente bajarían hasta los US$ 8,100, añadió.
En el mercado pesaba la incertidumbre sobre China, principal consumidor de metales, después de que empezó a relajar las restricciones por el COVID.
En otros metales básicos, el aluminio en la LME subía un 0.2%, a US$ 2,418 la tonelada; el plomo sumaba un 0.3%, a US$ 2,187.50; el estaño avanzaba un 1.2%, a US$ 24,240; el zinc bajaba un 0.1%, a US$ 3,265; y el níquel caía un 1.5%, a US$ 29,070.
Con información de Reuters