La mayoría de los metales básicos caían el miércoles, mientras los inversores se mostraban cautelosos y reducían sus posiciones tras la interrupción del comercio de níquel, en una jornada en la que el aluminio subía debido a la continua preocupación por la oferta rusa.
El cobre en la Bolsa de Metales de Londres (LME) cedía un 1% a US$ 10,102 la tonelada, el zinc bajaba un 2.8% a US$ 4,021, el plomo caía un 2% a US$ 2,447.50 y el estaño caía un 1.7% a US$ 47,810.
La LME intervino el martes para calmar al mercado del níquel después de que los precios se dispararan en cuestión de horas para alcanzar récords de más de US$ 100,000 la tonelada. La LME no prevé reanudar la negociación del níquel antes del viernes.
“El mercado está haciendo una pausa, tratando de hacer un balance de lo que está pasando, y las posiciones se están ajustando en consecuencia”, dijo Ole Hansen, jefe de estrategia de productos básicos en Saxo Bank en Copenhague.
El aluminio a tres meses de la LME ganaba un 0.7% a US$ 3,523 la tonelada a las 11:30 GMT, en una sesión volátil en la que llegó a saltar a un 5.2% y a caer un 1.2%.
El aluminio se mantenía en terreno positivo debido a la continua preocupación por el impacto de la invasión a Ucrania por parte de Rusia, que representa alrededor del 6% del oferta mundial del metal ligero.
El presidente de Rusia firmó el martes un decreto que restringe la importación y exportación de bienes y materias primas “para garantizar la seguridad de la Federación Rusa”, aunque no se identificaron materias primas en concreto.
El conflicto y las consiguientes sanciones han causado estragos en las cadenas de oferta mundiales, disparando los precios en todo el mercado de materias primas.
Rusia suministra casi el 10% de las necesidades de níquel y también es un importante productor de gas natural utilizado para generar la electricidad que impulsa la producción de metales como el aluminio y el zinc.
Con información de Reuters