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El petróleo mantenía una caída de principios de año mientras se desvanecía el optimismo de los operadores en torno a los recortes de las tasas de interés, lo que debilitaba las preocupaciones sobre una escalada del conflicto en el Mar Rojo.
El índice de referencia estadounidense West Texas Intermediate retrocedía por debajo de los US$ 70 el barril. Los operadores están reduciendo sus apuestas sobre la magnitud de los recortes a las tasas de interés de los principales bancos centrales, lo que llevó a una de las peores caídas concertadas de la historia en acciones y bonos en la primera sesión del año.
El cambio en la percepción general del mercado contrarrestó los acontecimientos en Medio Oriente. El envío por parte de Irán de un buque de guerra al mar Rojo representa su medida más audaz para desafiar a las fuerzas estadounidenses en la ruta comercial clave y podría envalentonar a militantes hutíes que han interrumpido el transporte marítimo en la hidrovía a protestar por la invasión de Israel a Gaza. Aun así, los flujos de petróleo se han visto relativamente poco afectados hasta ahora.
Los operadores evalúan si el sólido suministro de países fuera de la OPEP seguirá siendo un tema dominante en el mercado petrolero nuevamente en 2024. Hasta ahora, una mayor producción de naciones externas al grupo de productores ha contrarrestado sus esfuerzos por ajustar el mercado, pero esta semana entrarán en vigor restricciones extendidas.
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“Realmente no hay ninguna interrupción al suministro físico en el mercado”, dijo Neil Beveridge, analista sénior de Sanford C Bernstein, en Bloomberg Television. “Los mercados parecen bastante equilibrados al comenzar el año, por lo que la OPEP tiene mucho trabajo por hacer para sostener los precios en los niveles actuales”.
En otra señal de que el mercado del crudo se mantiene ampliamente abastecido, los márgenes temporales cercanos para el índice de referencia global Brent se convirtieron el miércoles en una estructura de contango bajista. El patrón, en el que los precios a menor plazo son más baratos que aquellos con vencimientos posteriores, tiende a indicar superávit.
Sin embargo, la fragilidad de algunos suministros seguía siendo el foco de atención. La producción en el campo libio Sharara cayó en cerca de 30,000 barriles por día esta semana como resultado de las protestas en el país.
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