A medida que el peso chileno cae a los niveles más bajos en casi dos años, los inversionistas pueden encontrar algo de consuelo en Perú.
El peso ha tenido uno de los peores desempeños del mundo a medida que Chile se prepara para una polarizada segunda vuelta presidencial el 19 de diciembre, la cual podría confirmar el Gobierno más izquierdista en el país en medio siglo. Perú ya pasó por eso y el sol, aunque no se ha recuperado, al menos se mantiene estable desde la votación en julio.
Esto se debe a que si bien el peso chileno se ha depreciado más del 15% frente al dólar este año y es posible que las elecciones no pongan fin a sus problemas, al menos deberían dejar de fomentar la caída, especialmente dado el repunte en los precios del cobre.
“La incertidumbre debería disiparse”, dijo Edwin Gutiérrez, inversionista de Aberdeen Asset Management en Londres, quien está sobreponderando la deuda local chilena. “Y con eso, creemos que el peso dejará de tener un rendimiento inferior”.
Basta con mirar el sol de Perú. La moneda cayó un 8.2% entre el 9 de abril, justo antes de la primera vuelta electoral, y el 19 de julio, cuando Pedro Castillo fue proclamado. Desde entonces se ha debilitado solo un 3.2% principalmente debido a la fortaleza del dólar y a pesar de la constante agitación política en ese país.
Y aún existe la posibilidad de que el conservador José Antonio Kast, rival de Boric, gane la segunda vuelta, ya que las últimas encuestas lo mostraba acortando distancia en la intención de voto.
Ayuda del cobre
El cobre, que representa más de la mitad de las exportaciones chilenas, también apuntalará al peso chileno. El metal se ha disparado un 22% este año, impulsando las exportaciones mensuales a niveles récord.
En los últimos meses, la correlación entre el peso y el cobre se ha reafirmado luego de colapsar a principios de año.
El peso debería fortalecerse hacia los 780 por dólar a principios del próximo año, lo cual representaría un alza de más de un 8% en comparación con el cierre del viernes, debido a los “fuertes precios de las materias primas”, según Luis Hurtado, estratega de CIBC con sede en Toronto.
No obstante, pocos esperan que el próximo año sea fácil para el peso. En primer lugar, los precios del cobre son vulnerables a cualquier desaceleración en China, donde el gigante inmobiliario Evergrande prepara una reestructuración de deuda.
Anupam Damani, directora de deuda de mercados emergentes e internacionales de Nuveen, dijo que se mantendrá cautelosa hasta que se conozca el resultado de la Convención Constitucional.
“Los mercados seguirán esperando que se vuelva a redactar la Constitución, a pesar de que podemos tener el riesgo político fuera del camino en términos de las elecciones”, dijo Damani.
Un dólar fuerte en medio de las expectativas de alzas de tasas de la Fed a mediados de 2022 también puede pesar mucho en las monedas latinoamericanas, según un reporte Morgan Stanley.
Semana pasada
La Tesorería de Chile vendió el jueves US$ 1,300 millones en bonos BTP 2024 en el exterior. La semana pasada no hubo venta de bonos corporativos en el mercado local, pero la empresa procesadora de metales Molymet vendió 4,000 millones de pesos mexicanos (US$ 190 millones) en bonos a 4 y 6 años en ese mercado, según un comunicado al regulador.
La tasa de inflación anual subió a 6.7% en noviembre, a su mayor nivel desde el 2008, mientras que la cifra mensual se situó en 0.5%, informó el martes pasado la agencia nacional de estadísticas.