Ante el deterioro del empleo y los ingresos, un número significativo de personas está intensificando el uso de su tarjeta de crédito.
En un contexto de contracción económica, se tiende a pensar que la demanda de financiamiento se reducirá, dijo Hugo Perea, economista jefe de BBVA Research. “Pese a ello, habrá familias y empresas que obviamente van a tirar de sus tarjetas de crédito (para cubrir gastos)”, acotó.
El segmento de peruanos que está haciendo un uso más intenso de su tarjeta en la fase de aislamiento social para cubrir gastos corrientes aumentó el uso de su línea de crédito a 60%, desde el habitual 30%, según Juan Fernando Maldonado, experto en temas financieros.
Emergencia
Los que más están recurriendo al dinero plástico son los sectores de la población que han perdido su trabajo, han dejado de generar ingresos, se les reducen o los reciben con retraso, precisó. “Ven estas operaciones como una alternativa ante la pérdida de ingresos. El 45% de usuarios de tarjetas solo las conserva para momentos de emergencia y son ellos quienes le dan mayor uso ahora a través de la disposición de efectivo”, señaló.
Otra modalidad de financiamiento usada ahora por los que no tienen ingresos y rebuscan cubrir gastos básicos es el consumo con sus tarjetas de crédito realizando el pago mínimo, indicó el presidente de Caja Sullana, Joel Siancas.
Dijo que con esta opción los clientes extienden el pago lo más que pueden al amortizar cada mes un porcentaje muy pequeño de la deuda total, aunque ello implique un mayor costo por los elevados intereses que deberán pagar.
Los que están recurriendo a esta alternativa son los más afectados por la interrupción de actividades y menor generación de ingresos, como los trabajadores independientes que ejercen alguna profesión, arte u oficio, aunque también los dependientes, detalló.
En tanto, los bancos no están restringiendo este tipo de operaciones –disposición de efectivo y pago mínimo-, pues consideran que es una situación temporal que afrontan clientes que son buenos pagadores, tras la cual se estabilizarán y podrán cubrir su deuda, explicó Maldonado.
Mora
Sin embargo, Caja Sullana y expertos como Juan José Marthans, sostienen que en mayo o el próximo mes puede haber problemas para cobrar esas deudas, lo que se traducirá en una elevación de la mora en tarjetas de crédito.
De hecho, en marzo, cuando el Gobierno decretó la inmovilización social obligatoria (desde el día 16 de ese mes), la mora en el financiamiento con tarjetas de crédito subió de 5.58% a 5.79%, según datos del BCR. A fin del 2019 estaba en 5.47%. En créditos de consumo, pasó de 3.36% a 3.47%. La misma tendencia alcista se observa en préstamos vehiculares (subió de 3.62% a 3.86% entre febrero y marzo) e hipotecarios (de 2.95% a 3.15%).
Juan José Marthans, profesor de la Escuela de Dirección de la Universidad de Piura (PAD), explicó que muchos trabajadores que dejaron de percibir ingresos, siguieron usando sus “plásticos” en estas semanas de cuarentena.
Sobreendeudamiento
Advirtió que parte de los tarjetahabientes estaría en proceso de sobreendeudamiento, por lo que la mora podría ascender desde este mes. Ejecutivos bancarios indicaron que tal sobreendeudamiento se origina por una merma en la capacidad de pago de clientes que sufrieron recortes en sus ingresos y ven en la tarjeta una alternativa para cubrir gastos esenciales, pero no por un aumento desmedido de su consumo.
Además, estimaron que el alza de la mora será más palpable desde junio o julio, pues se juntarán el pago de las deudas que ahora se asumen con las tarjetas, con la reanudación de los pagos de los créditos de consumo que se reprogramaron en abril y mayo.
Precisaron, asimismo, que si bien una parte los tarjetahabientes está intensificando el uso de los plásticos para cubrir gastos en medio de la emergencia, los demás se mantienen cautos, por lo que, en el agregado, el monto de financiamiento con tarjetas disminuye.