Los operadores de bonos están monitoreando las próximas elecciones de Venezuela en busca de señales de que se avecine el alivio de ciertas sanciones, lo que podría impulsar el mercado inactivo para la deuda en default del país.
Si bien es probable que el Partido Socialista que está en el poder consiga una mayoría de alcaldes y gobernadores en las elecciones regionales del domingo, los inversionistas están más centrados en si los monitores de la Unión Europea darán su sello de aprobación a los comicios.
Eso motivaría al presidente Nicolás Maduro y sus opositores políticos a reanudar las negociaciones estancadas que apuntan a resolver un impás político y abordar una crisis económica, incluso pedir a Estados Unidos que alivie las sanciones, dicen.
“El mercado ha desistido de cualquier cambio de régimen en el futuro cercano y está siendo mucho más pragmático. Está buscando un alivio de sanciones, tal vez incluso un alivio de sanciones financieras, y un nuevo compromiso de Venezuela con el resto del mundo”, dijo Dean Tyler, director de mercados globales de BancTrust con sede en Londres.
Hasta ahora, hay pocas señales del mercado de bonos de que las perspectivas estén mejorando. Los pagarés en mora emitidos por la petrolera estatal, PDVSA, cotizan entre 5 y 6 centavos por dólar, mientras que los bonos soberanos llegan a entre 9 y 10 centavos, según datos compilados por Bloomberg.
Los bonos se recuperaron en setiembre después de que el Gobierno llegara a un acuerdo de canje de deuda y mantuviera negociaciones con la oposición, lo que aumentó el optimismo de que ambas partes se dirigían hacia un acuerdo que incluiría el alivio de algunas sanciones por parte de Estados Unidos. Esas conversaciones se suspendieron el mes pasado después de que el Gobierno se retirara.
Los analistas dicen que las elecciones del domingo tienen el potencial de hacer que ambas partes se sienten a la mesa a conversar nuevamente y brindar un camino para las elecciones presidenciales en el 2024.
“A corto plazo, un informe positivo de la UE podría dar un impulso temporal a los bonos, pero los inversionistas deberían estar atentos al 2024″, dijo Guillermo Guerrero, estratega de Emfi Group Ltd. en Londres. “Es muy poco probable que las negociaciones o las elecciones den paso a un cambio material en la situación subyacente de la deuda, al menos durante el próximo año”.