Los precios del níquel subían el miércoles y se mantenían cerca de máximos de 11 años debido a que una escasez de suministros obligaba a los operadores a pagar enormes primas para conseguir el metal.
A las 11:58 GMT, el níquel referencial a tres meses en la Bolsa de Metales de Londres (LME) ganaba un 1% a US$ 22,290 la tonelada, luego de tocar los US$ 22,935 el 14 de enero.
Utilizado en la producción de acero inoxidable y baterías para vehículos eléctricos, el níquel ha ganado cerca de un 7% este año, luego de subir un 25% en 2021 y un 18% en 2020.
Con los inventarios de las bolsas disminuyendo, las primas mañana/día siguiente y al contado/a tres meses subieron el martes a sus mayores niveles en más de 10 años, lo que llevó a la LME a decir que estaba atenta al mercado. Las primas cayeron el miércoles.
“Somos alcistas ante el níquel”, dijo Geordie Wilkes, analista de Sucden. “Podríamos ver algo de debilidad en el corto plazo, pero eso no es motivo de preocupación si se analizan los fundamentos”.
Los inventarios en almacenes registrados en la LME han caído a 94,830 toneladas desde más de 260,000 toneladas en abril. Las existencias en los almacenes de la Bolsa de Futuros de Shanghái están cerca de mínimos récord, en 4,711 toneladas.
El aluminio en la LME subía un 0.3% a US$ 3,034 la tonelada, luego de tocar los US$ 3,049, su mayor cota desde el 21 de octubre. Los precios han ganado un 8% este año, luego de trepar un 42% en 2021. Los mayores precios de la energía han obligado a las fundiciones a reducir su producción.
Entre otros metales básicos, el cobre sumaba un 1.2% a US$ 9,788.50 la tonelada, el zinc avanzaba un 0.1% a US$ 3,570.50 y el plomo se apreciaba un 1.1% a US$ 2,348.