Las probabilidades de que Rusia cumpla con sus pagos de deuda externa están disminuyendo a medida que caen los precios de los bonos, se avecina una recesión en la nación y se acumulan varias restricciones de pagos tras la invasión de Ucrania, según Morgan Stanley & Co.
“Vemos un default como el escenario más probable”, señaló el lunes en una nota Simon Waever, codirector global de estrategia de deuda soberana de mercados emergentes de la firma. “En caso de default, es poco probable que sea como uno normal, siendo, en cambio, Venezuela quizás la comparación más relevante”.
El incumplimiento podría producirse tan pronto como el 15 de abril, que marcará el final de un período de gracia de 30 días en los pagos de cupones que el Gobierno ruso debe en bonos en dólares con vencimiento en el 2023 y 2043.
Los precios indicativos muestran que los inversionistas valoran los bonos del 2023 en alrededor de 29 centavos por dólar estadounidense, según datos recopilados por Bloomberg, aunque parece que no ha habido operaciones a esos niveles. En los días previos a que Rusia invadiera Ucrania el mes pasado, ambos bonos se cotizaban por encima del valor par.
Aunque es raro que la deuda soberana caiga a un solo dígito, Morgan Stanley dijo que los bonos de Rusia “podrían acercarse”. El Líbano y Venezuela son los únicos ejemplos recientes en los que la deuda de un país ha bajado tanto.
El no pago podría estar relacionado con la falta de voluntad de Rusia para pagar a los acreedores extranjeros debido a las sanciones impuestas por Estados Unidos y sus aliados. Según Morgan Stanley, existe cierta incertidumbre sobre si los bancos estadounidenses podrán aceptar los pagos de cupones del Ministerio de Finanzas de Rusia.
Los pagos a inversionistas extranjeros dependerán de las sanciones impuestas contra Rusia y de las “exenciones establecidas por las licencias y permisos pertinentes”, según el Ministro de Finanzas en Moscú.
“La posibilidad de que se produzcan más ventas significativas ejercerá una presión adicional a la baja sobre los precios”, escribió Waever. “Vemos muy pocos incentivos para que cualquier inversionista entre en los bonos soberanos rusos en este momento”.