Los mercados emergentes enfrentarán un “doble golpe” en el 2022, atrapados entre un crecimiento limitado y un menor apetito por el riesgo como resultado del ajuste monetario, dijo David Lubin, jefe de economía de mercados emergentes de Citi.
“El crecimiento de los mercados emergentes se verá afectado por una variedad de razones relacionadas con el debilitamiento del crecimiento de la demanda externa, la menor actividad del comercio mundial y los efectos de un mayor ajuste monetario y fiscal interno en muchos países”, escribió Lubin en una nota a los clientes.
Mirando más allá del próximo año, las naciones en desarrollo enfrentan un “modelo de crecimiento fallido” causado por una desaceleración irreversible en China, el deterioro de factores demográficos y un creciente nacionalismo económico, agregó Lubin, que podría afectar el flujo de inversión extranjera directa.
“El probable deterioro del panorama de crecimiento en estos países lleva a una pregunta difícil: ¿cómo atraerán los mercados emergentes las entradas de capital?”, señaló Lubin.
Si bien es poco probable que esto provoque una crisis, estos factores agudizarían el enfoque en la carga de la deuda interna en países como Brasil y Sudáfrica, donde el crecimiento débil y el aumento de las tasas de interés elevarían la relación entre la deuda pública y el Producto Bruto Interno (PBI) a niveles que podrían ser motivo de preocupación.
En general, con las economías desarrolladas esforzándose por hacer que sus cadenas de suministro sean más resilientes, las naciones en desarrollo que estaban cerca de grandes potencias, como México, los países de Asean o de Europa central y oriental, estaban en una mejor posición que las geográficamente remotas como, por ejemplo, Sudamérica.