El gasto en contenido dentro de los videojuegos ha superado al de los propios juegos, convirtiéndose rápidamente en la mayor fuente de ingresos de la industria, valorada en US$ 200,000 millones. En 2020, los jugadores gastaron aproximadamente US$ 54,000 millones en contenidos adicionales dentro de los videojuegos y se prevé que la cifra supere los US$ 74,000 millones en 2025, según la empresa de investigación de tecnología digital Juniper Research.
A medida que los juegos para dispositivos móviles sigue en aumento, también crece el gasto en las tiendas de apps. La empresa de marketing de aplicaciones móviles Sensor Tower estima que el gasto en juegos representa el 66% de los ingresos de la App Store de iOS y el 83 % de los ingresos de Google Play.
En su mayoría, los jugadores de videojuegos son jóvenes de las generaciones Alfa y Z de entre 7 y 17 años, y se caracterizan porque el dinero que gastan en videojuegos viene de sus padres. Este grupo todavía no trabaja jornadas completas, por lo que tiene más tiempo para jugar. Ellos ven a sus jugadores favoritos en Twitch y utilizan los juegos como plataformas en las que socializar con sus amigos. Los usuarios mayores son los que tienen una media de gastos mayor (aproximadamente US$ 15 por mes).
¿En qué gastan?
Gran parte del gasto dentro de los videojuegos se realiza a través de las skins (la piel o apariencia de un personaje dentro de un videojuego) y los elementos estéticos, que están convirtiéndose con rapidez en una parte integral de la cultura de los videojuegos, y aparecen de forma destacada en los principales títulos, como Fortnite, Roblox, Honor of Kings y League of Legends.
“Estas ofrecen a los jugadores la posibilidad de expresar su individualidad en el metaverso de los juegos, lo que equivale a comprarse un par de sneakers (zapatillas) o un bolso de diseño”, señala Blanca Hernández, experta en tendencias de WGSN.
De la misma forma, los juegos son muchas veces utilizados como plataformas para socializar con amigos y este aspecto social influye en el gasto dentro de los videojuegos. Los jugadores invierten en nuevas skins para sus avatares o en sus mundos virtuales para estar al mismo nivel que sus amigos y para crear algo de lo que sentirse orgullosos. Un informe elaborado por DMarket y Newzoo revela que el 43% de los jugadores ya utiliza skins para cambiar la apariencia de sus avatares, armas, equipamiento y vehículos.
Estrategias para impulsar el gasto
Los juegos se decantan cada vez más por un modelo freemium, en el que la descarga inicial es gratuita y posteriormente los jugadores pagan para acceder a contenidos adicionales, lo que se conoce como microtransacciones.
Gracias a ello, los juegos consiguen atraer a distintos tipos de jugadores: los ocasionales que quieren jugar gratis y aquellos que están dispuestos a usar dinero real para acceder a contenidos premium.
De este modo, quienes quieran jugar gratis pueden seguir participando en las tendencias y la cultura del juego, aunque de forma más lenta que aquellos que están dispuestos a pagar por adelantado para acceder a una gama más amplia de funciones, elementos cosméticos u otras actualizaciones.
Oportunidad para las marcas
Una de las principales estrategias que las marcas pueden abordar es encontrar formas de colaborar con los videojuegos, ofreciendo valor añadido a los jugadores. Esto puede ser por medio del diseño de skins u otros artículos estéticos virtuales. Por otra parte, existe una demanda creciente también por productos físicos que estén en consonancia con la personalidad online de los jugadores.
“Para llegar al público de los juegos y a su creciente poder adquisitivo, conviene olvidarse de los estereotipos arcaicos y explorar los sectores demográficos en los que se solapan las cohortes deseadas”, recomienda Hernández.
Ante el gran interés de los consumidores por las compras dentro de los juegos, las marcas y retailers están encontrando la manera de aprovechar la demanda de productos de la vida real, abandonando los estereotipos en torno a los jugadores y descubriendo sus preferencias.
Plataformas como Fortnite y Roblox marcan el camino, ya que crean colaboraciones en torno a los elementos cosméticos que les permiten convertirse en un punto de encuentro para las marcas, los influencers y los jugadores.
Por ejemplo, Nike lanzó una selección de skins de Air Jordan en Fortnite y Marvel cuenta con personajes que aparecen como skins y que los jugadores pueden comprar. La firma de moda de lujo Louis Vuitton también se ha embarcado en la alta costura virtual gracias a su asociación de skins con League of Legends (de Riot Games).