Las herramientas de la Fed son consideradas eficaces para moderar la demanda y por ende los precios. Foto: Stefani Reynolds/Bloomberg
Las herramientas de la Fed son consideradas eficaces para moderar la demanda y por ende los precios. Foto: Stefani Reynolds/Bloomberg

La Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos tendrá martes y miércoles una ecuación difícil de resolver: ¿a qué nivel llevar sus tasas de interés de referencia para controlar la inflación sin arrastrar a la primera economía mundial a una recesión?

En marzo, la subió prudentemente los tipos de interés en 0.25 puntos porcentuales, pero se trató de la primera subida desde el 2018.

Esta vez, salvo sorpresas, el Comité de Política Monetaria (FOMC), subirá las tasas en medio punto, para llevarlas a un rango de 0.75%-1% en busca de contener la inflación.

, el presidente del banco central, señaló que este aumento de medio punto está “sobre la mesa”.

Ante un panel de banqueros centrales al margen de las reuniones de primavera boreal del FMI, remarcó que es “absolutamente esencial” restablecer la estabilidad de precios y aumentar “rápidamente” las tasas para que la Fed cumpla con esa prerrogativa.

Otros integrantes de la Fed fueron más explícitos al considerar que es necesario desarrollar una política agresiva ante una inflación que no cede, en un contexto de muy bajo desempleo y escasez de mano de obra que presiona los salarios al alza.

Algunos de estos responsables esperan que también se produzcan aumentos similares con la reunión de junio.

La inflación, agravada por la guerra entre Rusia y Ucrania, está en su nivel más alto desde inicios de los años ochenta.

Ascendió a 6.6% en 12 meses a marzo en Estados Unidos y los precios subieron 0.9% entre febrero y el mes pasado, según el índice PCE -el que sigue la Fed- publicado el viernes por el Departamento de Comercio.

El otro indicador de inflación en Estados Unidos, el CPI publicado a inicios de mes por el Departamento de Trabajo y referencia para el cálculo de las jubilaciones, mostró un incremento de precios de 8.5% en 12 meses a marzo, el mayor aumento desde diciembre de 1981.

Las dos medidas se calculan a partir de grupos de bienes y servicios diferentes, lo cual explica la diferencia de porcentajes.

En la cuerda floja

Las discusiones serán intensas. Además de las presiones inflacionistas, alimentadas también por los confinamientos en China que acentuaron los problemas de aprovisionamiento en el mundo, el crecimiento se frena en todo el planeta.

Las herramientas de la Fed son consideradas eficaces para moderar la demanda y por ende los precios.

Además de la tasa de interés, la Fed debería comenzar a reducir sus haberes en bonos, otra etapa mayor de la normalización monetaria.

El desafío de la Fed es moderar la demanda sin que se frene completamente, toda vez que el consumo es el motor principal del crecimiento estadounidense, cuyo Producto Bruto Interno (PBI) se contrajo 1.4% en el primer trimestre en proyección anual (la cifra estimada en 12 meses si se mantuvieran las condiciones al momento de la medición).

Para Gregory Daco, economista jefe de EY Parthenon, este dato no hará cambiar el rumbo de la Fed. La demanda doméstica se mantiene muy fuerte.

Los estadounidenses viajan, aunque los pasajes sean caros. Van al cine, al teatro, los restaurantes están llenos”, destacó.

Como muchos economistas, espera que la Fed suba sus tasas medio punto el miércoles y otro medio punto en junio.

Aunque una recesión no es vista como inminente, algunos expertos no excluyen esa posibilidad para inicios del año próximo si los precios siguen altos a pesar del alza de tasas.

El trabajo de la Fed es extremadamente complejo, no solo por condiciones económicas domésticas que son difíciles de interpretar, sino por un contexto de reactivación económica mundial desincronizado”, explicó Daco.

Powell, que dará su tradicional conferencia de prensa el miércoles, será interrogado sobre cuántas alzas podría resolver el comité durante el año.

Si la Fed realmente quiere lograr un aterrizaje suave”, en otras palabras, ajustar la política monetaria sin provocar una recesión, “debe indicar dónde está la pista de aterrizaje y cuándo piensa llegar allí; será un elemento clave”, concluyó Daco.

Para los economistas de BNP Paribas, “es poco probable que Jerome Powell brinde una cifra precisa” o un objetivo de tasas el miércoles.