El arte de las paredes de Kiki Bistro fue curado por Joachim Didariel, socio del local y artista plástico francés. (Foto: Heroina Estudio)
El arte de las paredes de Kiki Bistro fue curado por Joachim Didariel, socio del local y artista plástico francés. (Foto: Heroina Estudio)
Marissa Chiappe

El bistro, un santuario de comida sabrosa a buen precio, se convirtió en la Lima de los noventa en sinónimo de caro y pretencioso. Prohibitivo para los paladares exigentes de billeteras estrechas. La nueva propuesta del chef Jason Román promete volver a su esencia: un lugar donde todo gira alrededor del buen comer, alejado de los mozos con corbata y de las pinzas de plaqué.

Estimado(a) lector(a)

En Gestión, valoramos profundamente la labor periodística que realizamos para mantenerlos informados. Por ello, les recordamos que no está permitido, reproducir, comercializar, distribuir, copiar total o parcialmente los contenidos que publicamos en nuestra web, sin autorizacion previa y expresa de Empresa Editora El Comercio S.A.

En su lugar, los invitamos a compartir el enlace de nuestras publicaciones, para que más personas puedan acceder a información veraz y de calidad directamente desde nuestra fuente oficial.

Asimismo, pueden suscribirse y disfrutar de todo el contenido exclusivo que elaboramos para Uds.

Gracias por ayudarnos a proteger y valorar este esfuerzo.