Una grave sequía y cupos de embarque impedirán que Argentina se beneficie de los precios internacionales de granos más altos registrados en una década producto de la invasión de Rusia a Ucrania, afirmó la cámara de exportadores y procesadores de granos de Argentina CIARA-CEC.
Argentina es el principal exportador mundial de aceite y harina de soja, y un importante proveedor global de trigo. Por la invasión de Rusia a Ucrania iniciada el jueves los precios de ambos cultivos alcanzaban sus valores más altos desde el 2012 en el influyente mercado de granos de Chicago.
Sin embargo, Gustavo Idígoras, titular de CIARA-CEC, dijo que la sequía ha provocado millonarias pérdidas y que queda un escaso restante de trigo autorizado para exportar, luego de que los agricultores del país finalizaran su recolección a inicios de enero.
“Los beneficios de precios incrementales por el conflicto militar están muy limitados para Argentina por una mala cosecha debido a la sequía”, explicó Idígoras.
Una sequía afecta a importantes zonas agrícolas de Argentina desde diciembre, lo que obligó a la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) a reducir su estimación de cosecha de soja 2021-2022 a 40.5 millones de toneladas, desde los 45 millones iniciales, y la de maíz en 8 millones de toneladas a 48 millones de toneladas.
La producción de trigo 2021-2022 no solo no fue afectada por la sequía sino que logró una producción récord de 22.1 millones de toneladas según datos oficiales. Pero, de acuerdo al Gobierno, los agricultores ya vendieron 15.5 millones de toneladas del cereal y la demanda doméstica del grano es de 6 millones de toneladas.
Argentina limita las exportaciones para asegurar el consumo local del cereal e Idígoras explicó que el Gobierno “ya nos dio casi el 95% del volumen anual (permitido para exportar), así que nos queda un remanente muy bajo, menos de un millón de toneladas, con lo cual no vamos a usufructuar cualquier beneficio de precio o de desplazamiento de precios”.
Rusia y Ucrania son los principales proveedores de trigo, con un 29% combinado de las exportaciones mundiales, la mayor parte de las cuales pasan por los puertos del mar Negro.
Ya se ha suspendido la circulación de buques en el pequeño mar de Azov y, si se interrumpen los envíos desde el mar Negro, los principales importadores, sobre todo de Oriente Medio y el norte de África, se verán obligados a buscar en otras partes.
“Los precios de los commodities agrícolas están subiendo, pero se da en un contexto de sequía, por lo tanto, la captura de beneficio de precios es más limitada”, explicó el titular de la cámara de exportadores de Argentina, donde el ingreso de divisas es fundamental para la golpeada economía sudamericana.
No obstante, según un informe de la Bolsa de Rosario (BCR) de la semana pasada, si bien los agroexportadores argentinos no se beneficiarán de los nuevos precios altos, sí aprovecharon las alzas de las últimas semanas causadas por la menor oferta global de granos y la tensión en Europa del este.
La BCR dijo que las exportaciones agrícolas y agroindustriales de la campaña 2021-2022 generarían ingresos por US$ 38,900 millones a Argentina, US$ 1,400 millones de más que los estimados en setiembre.
A su vez, Idígoras señaló que el actual nivel de precios del trigo podría alentar a los productores de trigo argentino cuando inicien el ciclo 2022-2023, una vez iniciado el otoño austral.
“Los precios internacionales alcistas siempre tienen en Argentina una reacción positiva de parte de los productores. Claramente hay un escenario optimista en ese sentido, acotado a las condiciones climáticas en el país en los próximos meses y a los precios globales de los insumos, que han crecido mucho”, dijo.