Gobiernos de todo el mundo están tomando medidas para salvaguardar los suministros domésticos de alimentos después de que la invasión de Rusia a Ucrania afectara el comercio y elevara los precios de los alimentos básicos a un nivel récord.
Argentina y Turquía aumentaron esta semana su control sobre los productos locales, en tanto que Bulgaria está buscando hacer crecer sus reservas de cereales. Moldavia, aunque es un pequeño transportista, prohibió temporalmente las exportaciones de trigo, maíz y azúcar a partir de este mes.
Las medidas proteccionistas, que reaparecieron en los últimos años al tiempo que el COVID-19 generaba preocupaciones sobre los suministros locales y los altos precios, podrían significar más malas noticias para el comercio mundial de alimentos.
La guerra en Ucrania ha provocado que se detengan los envíos de cultivos de gran parte de la crucial región del mar Negro, aumentando los temores de escasez de cereales y petróleo de girasol.
Eso se suma al aumento global en los precios de los alimentos, incrementando la posibilidad de restricciones a la exportación, dijo Abdolreza Abbassian, analista independiente. Los reveses en la cosecha han exacerbado la escasez de oferta, y se espera que las reservas mundiales de cereales disminuyan por quinto año.
“Es algo de lo que uno tiene que estar preocupado, porque sabemos que ha sucedido en el pasado”, dijo Abbassian, quien ha rastreado los mercados agrícolas durante décadas. “Esto ya es una tormenta perfecta. No necesitamos otra”.
Argentina, un importante exportador de cereales, está creando una mecanismo para garantizar el suministro de trigo a los molineros locales y controlar los precios de la pasta.
El principal exportador de harina, Turquía, impulsó la autoridad del ministerio de agricultura sobre las exportaciones de una variedad de productos, lo que le permitió hacer “arreglos periódicos” si es necesario.
En otras medidas, Indonesia, el principal productor de palma, se movió en enero para frenar los envíos para impulsar el suministro interno. Rusia también ha estado gravando los cargamentos de granos desde el año pasado y regularmente emite cuotas para las ventas.
El comercio del país se ha visto sofocado aún más por las sanciones y los peligros que transitan por el mar Negro. El viernes, instó a los productores de fertilizantes a detener las exportaciones.