
De acuerdo a información proporcionada por CAVALI, de enero a agosto 2025 se negociaron 1´447,906 facturas mediante factoring, ¿qué se espera en los siguientes meses?
Se proyecta en lo que resta del año una negociación adicional de 855,522 de facturas, por lo que superarían los 2.31 millones.
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Ello representaría un crecimiento de un 19% versus el número de facturas negociadas durante 2024 (1,934,382), según informó Ricardo Gallo, CEO de INANDES Grupo Financiero y presidente de la Asociación Peruana de Factoring (APEFAC).
Asimismo, resaltó que de enero a agosto el número de operaciones de factoring representaron S/ 33,365 millones y en lo que resta del año se proyecta S/ 20,374 millones de soles adicionales. Por ello, se bordearían los S/ 54,000 millones de soles al concluir 2025.

Lo anterior, según APEFAC representa un crecimiento proyectado superior al 25%, en comparación con lo negociado en el 2024 (S/ 42,930 millones).
“El factoring es un mecanismo de financiamiento a corto plazo donde una empresa cede sus facturas pendientes de pago a un tercero, conocido como “factor”, a cambio de un adelanto de dinero. Esta práctica permite a las empresas obtener liquidez inmediata para sus operaciones, especialmente útil para pequeñas y medianas empresas”, dijo.
Gallo explicó que el crecimiento de la industria se debe a que más empresas están utilizando la herramienta para obtener financiamiento. El factoring les permite obtener el capital de trabajo necesario para seguir operando.
Además, muchas empresas grandes están incrementando el uso de líneas para realizar pronto pago a sus proveedores (confirming) a cambio de obtener descuentos. A medida que más empresas usen estos mecanismos el mercado seguirá creciendo.
Las operaciones de factoring en el Perú respecto a su PBI han superado el 4%. “Este mismo indicador del PBI en comparación a Chile llega al 16% y al 26% se registra en España, por lo que aún hay mucho desarrollo por recorrer en el Perú. Si nos comparamos con Colombia y México, donde las operaciones son menores al 3% de su PBI estamos ligeramente mas adelantados”, dijo.
Entre los desafíos que presenta la industria de factoring, resaltó que aunque representa el mayor volumen de compras en el país, el Estado no ha incorporado el factoring como práctica habitual. Las entidades públicas no reconocen formalmente la cesión de facturas, dejando a sus proveedores sin acceso a financiamiento competitivo. Esto obliga a las MYPES a recurrir a créditos caros o incluso informales.
Otro de los desafíos es que el factoring se concentra en los principales adquirientes, dejando fuera a muchas operaciones entre MYPES por falta de información y cobertura. Iniciativas como el fondo CRECER de COFIDE son valiosas, pero todavía insuficientes para ampliar el alcance del instrumento

“La SUNAT aún no asume plenamente su papel dentro del ecosistema de factoring. Aunque participa en la validación de facturas, sigue considerando la factura comercial (física o electrónica) como algo separado del título valor. Esto genera problemas como anulaciones de facturas ya financiadas, demoras con CAVALI y confusión en el Poder Judicial. En países como Chile y Colombia, los organismos tributarios son actores clave que incluso ayudan a prevenir fraudes”, agregó.
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El crecimiento del factoring refleja su consolidación como una herramienta clave para la democratización del acceso financiero, particularmente para las pequeñas y microempresas. “A pesar de que el Estado peruano aún no participa activamente en la industria, se espera que este sector continúe expandiéndose y mejorando”, concluyó.