El endeudado grupo inmobiliario Evergrande se ha situado varias veces al borde del impago de sus bonos cotizados en el extranjero, entrando en prórrogas para abonar las cantidades adeudadas a sus inversionistas tras no hacerlo en la fecha acordada, aunque por el momento no ha incumplido de manera definitiva ninguna de sus obligaciones.
La agencia de calificación Standard & Poor’s (S&P) ha indicado que siguen viendo “muy probable” que el endeudado gigante inmobiliario incurra oficialmente en el impago de sus obligaciones y asegura que “su mayor prueba” vendrá en marzo y abril del 2022, cuando tendrá que afrontar el pago de US$ 3,500 millones.
“Hoy el temor es que la crisis de Evergrande escale, golpeando a la economía china, y que se llegue a transformar en el ojo de la tormenta de una crisis global como lo fue Lehman en el 2008″, considera Luis Falen, head de Macroeconomía de Inteligo.
¿Qué podemos esperar?
Evergrande no es la única empresa en una situación similar. Fantasía Holding, una constructora de tamaño medio, no pudo evitar el impacto en octubre de una emisión de US$ 206 millones. Kaisin, de mucho menor tamaño, ha reconocido problemas de liquidez.
Esta situación del sector ha afectado la rentabilidad de los bonos de otras promotoras más grandes, como Country Garden o China Vanke, empresas que junto a Evergrande son las más importantes en términos de ventas. Shimao Group Holding, además, ha perdido el grado de inversión que le mantenía S&P.
“Entre las principales diez empresas del sector, solo Country Garden presenta niveles de endeudamiento (medido como deuda/ patrimonio) similares a Evergrande. El resto de las empresas que tendrían problemas en el sector son relativamente pequeñas. A esto se suma el hecho de que el Banco Central de China ha aumento sus inyecciones de liquidez para evitar riesgos en el corto plazo e impulsar el mercado inmobiliario”, indica Falen.
Por otro lado, el economista considera que existe un riesgo de contagio en los mercados financieros, dada la alta participación del sector inmobiliario en el segmento de bonos de alto rendimiento (high yield) de China. “Los promotores inmobiliarios representan la mitad de este mercado en términos de composición del índice. Los spreads de bonos high yield en China han aumentado hasta niveles cercanos a sus máximos históricos, como consecuencia del caso de Evergrande. Sin embargo, los spreads de bonos similares en Estados Unidos y Europa se ubican en mínimos históricos y no dan cuenta aún de algún tipo de contagio”, precisa.
En ese sentido, los grandes riesgos parecen aún contenidos. Sin embargo, Falen advierte un escenario negativo no debe descartarse. “Si bien solo una compañía de las diez más importantes presenta un nivel de endeudamiento como el de Evergrande, eso no quita que el resto de las compañías del sector tenga altos niveles de endeudamiento. Para tener una referencia, el ratio de endeudamiento (deuda/ patrimonio) de DR. Horton —el más grande desarrollador de Estados Unidos— es de 32%, mientras que muchas de las empresas chinas presentan ratios por encima del 50%”.
Asimismo, muchas de estas empresas han gestionado su endeudamiento de tal forma que gran parte de su deuda tiene que ser pagada en un año, lo que las obliga a renovarla constantemente y las deja vulnerables a cambios bruscos en los costos de financiamiento o a una caída en la rotación de sus activos (caídas en ventas). “Así, si bien el riesgo inmediato parece contenido gracias a las medidas que está tomando el gobierno chino, un escenario pesimista no debe ser descartado”, insiste Falen.