(G de Gestión) La crisis inflacionaria a raíz de la guerra entre Ucrania y Rusia ha generado mucha cautela en la inversión en startups a escala regional y local. Sin embargo, diversos factores han originado que el mercado se siga dinamizando y que se geste un probable efecto resorte hacia el 2023.
Por un lado, en el 2021 se dio un hito importante en una edtech. Si bien se registró un récord por el levantamiento de capital que tuvo Crehana, este hito supone una apertura hacia el futuro del mercado local en tanto se trata de un caso de éxito.
“Para este año y el próximo esperamos que no haya concentración en una sola startup. Solo en el primer semestre se cerraron 22 transacciones, que es 22% más respecto al mismo periodo del 2021. Además, cada vez vemos una mayor diversificación en las industrias de startups, lo cual es fundamental para dar una mayor dinamización”, sostiene María Pía Morante, vicepresidenta de la Asociación Peruana de Capital Semilla y Emprendedor (Pecap).
Aunque el ecosistema peruano está en ciernes aún, hay una gran oportunidad para el 2023. Pecap estima que hacia el segundo semestre se van a cerrar varias inversiones que fortalecerán el mercado impulsado por los fondos de venture capital (VC). “Vamos a tener un crecimiento importante en número de deals frente a los años anteriores, así como en cuanto a capital invertido”, asegura Morante.
Las fuentes consultadas para este informe insisten en que el factor que ha tenido mayor influencia ha sido el contexto económico mundial, lo que ha hecho que los inversionistas sean cautos y que haya más selectividad.
No obstante, si bien la inversión ángel puede ser cíclica en situaciones macroeconómicas complicadas, no ocurre lo mismo con los fondos VC. Estos ya cuentan con mandatos de inversión, por lo que el capital debe ser colocado, ya que responde a un plan estructurado. Es necesario recordar que se trata de inversiones de largo aliento en que se estiman retornos a partir del quinto año hacia adelante.
“El mercado VC local viene creciendo en múltiplos de dos o más en cuanto a número de inversiones lideradas por las fintechs. Pero hay un dinamismo importante también en foodtechs, e-commerce y proptechs (sector inmobiliario). Hay dinero, aunque el reto hoy está en que los inversionistas piden startups con demanda comprobada”, dice Renzo Reyes, director de la incubadora StartUPC.
Contexto regional
En América Latina —y, por lo tanto, en el Perú.—, los montos de capital crecieron significativamente en los últimos años debido a tres factores. El primero es la disrupción del consumo digital en todos los sectores. El segundo tema es la digitalización de las inversiones a través de reuniones entre emprendedores e inversionistas. El último aspecto es el boom de capitales, explicado por dos grandes jugadores: SoftBank y Tiger Global Management, los cuales colocaron la mitad de las inversiones —de un total de US$ 15,000 millones— en el 2021.
“En el 2022 los mercados se vieron afectados por Ucrania y Rusia, lo que generó incertidumbre. Esto hizo que los VC dejen de tener rondas de US$ 30 millones con valuaciones de US$ 200 millones en una empresa con un PPT. Nos hizo pensar en si perdíamos un costo de oportunidad, pero me consta que los fondos latinos nunca llegaron a esos niveles de locura”, explica Claudio Barahona, managing partner de la chilena Alaya Capital. No obstante, el ritmo de aceleración de inversiones en la región no ha caído significativamente.
Inversiones para el futuro
Los fondos de inversión no pierden ímpetu para apostar por el Perú. Por ejemplo, Alaya Capital —que se especializa en inversiones con impacto en serie semilla y serie A— cuenta con US$ 50 millones para colocar en los próximos cuatro años, de los cuales el 20% irá destinado al mercado peruano, según Barahona. El ticket promedio de este fondo va entre uno y dos millones de dólares por compañía, que tienen potencial para escala regional.
Sin embargo, esto no ocurre en todos los casos. Para Andrea Araneda, partner de Fen Ventures, ha habido una desaceleración en número de deals, así como de montos, pero es por una mayor selectividad. “Este año hay fondos que no están invirtiendo directamente y se han dedicado más a apoyar a sus portafolios. Están aguantando las rondas de levantamiento de capital y estirando el runway (tiempo para agotar recursos de caja) hasta tener mejores métricas”, comenta.
En el caso de Fen Ventures, el trabajo de selección se ha multiplicado, a la par que hacen esfuerzos para cerrar un nuevo fondo de US$ 60 millones para el 2023 (cuentan con US$ 25 millones actualmente). Aun así, han cerrado tres inversiones en lo que va del 2022 y estiman unas tres o cuatro más hacia fin de año. El Perú representa el 5% del flujo de operaciones de este VC.
En cuanto a Brazil Venture Capital (BVC), los tickets de inversión se han ajustado, pasando de US$ 100,000 iniciales a dos tipos, de US$ 80,000 y US$ 40,000, por la coyuntura inflacionaria que afectó a sus inversionistas y a una nueva estrategia de alcanzar más startups.
Aun así, buscarán levantar un nuevo fondo de inversión a inicios del 2023 por US$ 20 millones, aunque con una estrategia más diversificada. En el nuevo fondo, el 50% sería para el mercado hispanoamericano.
“Donde más miramos oportunidades de inversión es en el Perú, Colombia y México. Un 10% de nuestra inversión es en el mercado local. Además, hemos visto un ajuste importante en las valoraciones de las startups con las que venimos negociando, por lo que generamos más rentabilidad”, apunta el partner de BVC, Alejandro Troll.
En el caso de la peruana Salkantay VC, los tickets que manejan actualmente van en el rango de medio millón a un millón de dólares en una inversión inicial con otro capital para un futuro apoyo.
Salkantay —que pone foco en inclusión económica y financiera, desarrollo y educación, y sostenibilidad— ya cerró un fondo de US$ 26 millones, aunque con una gran parte de dry powder (capital que no ha sido invertido todavía), pese a que realizó su primera inversión en el 2T20. Aun así, ya llevan seis inversiones durante el año, de un total de 15.
“A pesar de que hubo una caída estrepitosa del monto invertido en el 3T22, el número de inversiones en etapa temprana ha sido consistente. La caída ha sido en rondas mucho más tardías”, explica Luis Arbulú, managing director del fondo.
Con todo, el mercado podría dinamizarse mucho más hacia el 2023. Troll lo plantea bajo dos argumentos. El primero es que hay bastante dry powder, por la mayor cautela de los fondos. El segundo es que hay cada vez más incentivos gubernamentales. Si bien el Perú está muy por debajo en la lista, cada vez se perciben más esfuerzos para tirar del carro local. El futuro, aun siendo incierto, parece ser más promisorio.