
La economía peruana se recuperó durante el 2024 y la inflación se mantuvo firmemente dentro del rango meta. Sin embargo, aún es necesario fortalecer la resiliencia del sector financiero, señala el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El sistema financiero es sólido y los riesgos sistémicos son limitados, pero se requieren políticas macroprudenciales focalizadas para reducir vulnerabilidades financieras derivadas del crédito dolarizado, alerta el organismo multilateral.
“Aunque el volumen agregado del crédito dolarizado no cubierto es bajo, tiende a ser más riesgoso y está concentrado en empresas medianas y grandes de los sectores construcción, comercio y manufactura”, indica en el reporte publicado tras su última visita al país.
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Los especialistas refieren que el riesgo en este segmento de financiamiento se debe al descalce de moneda entre los ingresos de la empresa y los gastos.
Descalce
Cuando la compañía tiene ganancias en moneda local y deuda en moneda extranjera, se genera un riesgo cambiario, si hay una depreciación del sol -el tipo de cambio sube- afecta la capacidad de pago y repago de los créditos, sostuvo Víctor Blas, gerente de División de Estrategia y Finanzas en Financiera Confianza.
Este desbalance normalmente se encuentra en sectores asociados a exportación -entre ellos comercio y manufactura- y construcción donde los activos que adquieren se denominan en dólares, dijo.
“Si quieren comprar un terreno para construir, la operación es en divisa extranjera, entonces piden financiamiento para comprarlo. Cuando tienen ingresos y gastos en la misma moneda no hay riesgo, el problema surge cuando es distinta denominación”, acotó.
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Asimismo, Edmundo Lizarzaburu, docente de la Universidad Esan, coincide con Blas en que el riesgo se presenta por una materialización contable. Si los ingresos son en una moneda y los créditos en otra, y el tipo de cambio tiene una volatilidad alta, podría requerir más soles para pagar la deuda en dólares, lo que me genera un impacto negativo en su balance, comentó.
Precisó que este problema está centralizado en sectores donde hay una inversión elevada en infraestructura o equipos, como los mencionados anteriormente.
Regulador
A fin de contener estas vulnerabilidades, la autoridad supervisora financiera está revisando regulaciones para imponer mayores ponderaciones de riesgo a exposiciones en dólares sin cobertura, anota el reporte del FMI.
La efectividad de estas medidas podría aumentar mejorando la identificación de las posiciones sin cobertura.
“Para asegurar la estabilidad del financiamiento en dólares de las instituciones financieras, las autoridades podrían considerar la introducción del Ratio de Financiamiento Estable Neto (NFSR) específica por moneda, complementando así los límites existentes del Ratio de Cobertura de Liquidez (LCR) por moneda”, sugiere.
Blas mencionó que la Superintendencia de la Banca, Seguros y AFP (SBS) modificó recientemente el reglamento de riesgo cambiario crediticio para introducir metodologías estandarizadas que permitan medir la exposición de este riesgo tanto a nivel de clientes minoristas como no minoristas que son los de mayor envergadura.
“Anteriormente, si una entidad financiera identificaba que un deudor crediticio tenía descalce de moneda, debía aumentar provisiones. Ahora han eliminado eso y se le exige un mayor requerimiento de capital”, explicó.
Para Lizarzaburu, más que implementar nuevos puntos regulatorios -que son válidos y necesarios- se debería establecer y promover un mercado de derivados. “A nivel del Mercado Integrado Latinoamericano (MILA), hay otros países que no tienen mercado de derivados, es importante de alguna manera poder explorar esto”, agregó.

Esfuerzos de política para reactivar el mercado de capitales interno
Desde la pandemia, las emisiones públicas en el mercado local han permanecido bajas, indica el FMI.
La recuperación ha sido frenada por siete rondas de retiros de fondos de pensiones privadas, la más reciente en 2024, que han limitado la capacidad de inversión de las AFP.
Es crucial mantener la prohibición de nuevos retiros de fondos previsionales privados, como establece la reciente reforma previsional, ya que éstos debilitan el funcionamiento del mercado de capitales doméstico, aumentan los costos de financiamiento e incrementan los riesgos de pobreza en la tercera edad.
Las iniciativas de las autoridades para introducir nuevos productos de inversión minorista, como los fondos cotizados en bolsa (ETFs) soberanos, podrían contribuir a atraer nuevamente recursos hacia el mercado de valores.

Economista de la Universidad de Piura. Actualmente se desempeña como redactor de Finanzas en Diario Gestión.