Redacción Gestión

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Fráncfort (Reuters).- Una fiebre entre consumidores y empresas por continuó en junio, según datos del Banco Central Europeo publicados el jueves, lo que sumó presión sobre el atribulado sistema bancario del país mientras crecen las dudas respecto al futuro de Grecia en la zona euro.

Las especulaciones sobre la posible salida de Grecia de la zona euro eran intensas en mayo, cuando partidos contrarios al rescate tuvieron un fuerte apoyo en las elecciones, pero el banco central griego dijo que el proceso se revirtió tras las elecciones del 17 de junio.

El dato del BCE para junio mostró que los depósitos del mes en general continuaron su caída. Los depósitos del sector privado en cayeron casi un 5%, igualando la fuerte caída del mes previo.

El total cayó a 156,200 millones de euros a fines de junio desde los 163,100 millones del mes previo, además de ser más de un tercio por debajo del punto más alto en diciembre del 2009. Ahora están en su nivel más bajo en más de seis años.

Analistas dijeron que era posible que los depósitos hayan comenzado a volver a los bancos tras las elecciones, pero no han compensado las caídas de inicios de mes. No obstante, mientras sigan las dudas respecto al futuro del país en la unión monetaria, las personas podrían preferir tener efectivo a los depósitos bancarios.

"Podría ser que hubo caídas pronunciadas en las primeras semanas de junio y luego una recuperación", dijoNick Kounis, economista de ABN Amro. "Pero si lo piensas, con o sin elecciones, hay una alta probabilidad de una salida de Grecia del euro, por lo que se comprende que el curso de acción más prudente es sacar los depósitos", agregó.

El BCE le dio otro golpe a los bancos griegos al decir que dejará de aceptar bonos gubernamentales griegos a partir del 25 de julio. La medida deja a los bancos griegos dependiendo de la ayuda de liquidez de emergencia del banco central nacional para acceder a fondos, ya que no pueden acceder a los mercados interbancarios.

Los fondos nacionales son más caros que los disponibles en los mercados monetarios o las operaciones regulares de refinanciamiento del BCE, donde los bancos pueden obtener efectivo a una tasa anual del 0.75%.