Campos devastados o bombardeados, obreros que se fueron a combatir, logística arruinada: la invasión rusa puede reducir a la mitad la cosecha de cereales en Ucrania, crucial para la alimentación mundial, advirtió el ministro ucraniano de Agricultura.
Aunque Ucrania cosechó el año pasado 106 millones de toneladas de cereales, un récord, este año la cifra será “de 25% a 50%” inferior, advierte el ministro Mykola Solsky. “Y eso que es un pronóstico optimista”, añadió.
La invasión rusa de Ucrania sacudió la industria agrícola en esta ex-república soviética que tiene fama por sus tierras negras muy fértiles, y que era el cuarto exportador mundial de maíz y se estaba convirtiendo en el tercer exportador del trigo.
Una parte de las regiones, especialmente en el sur fértil (Jerson, Zaporiya, Odessa, etc.) son inaccesibles porque están en medio de las hostilidades.
Trabajadores se fueron a combatir
Los ucranianos “sembrarán donde sea posible”, pero solo de “50% a 75% de los territorios” podrán ser trabajados, subraya.
Otro problema es que muchos agricultores “se unieron al ejército o a la defensa territorial” creando una penuria de mano de obra, señala Solsky, cuyo ministerio trata de instalar un “sistema de exenciones provisionales” para que los campesinos no sean movilizados.
Pese a la guerra, los ucranianos ya comenzaron a sembrar, pero la evolución de la situación en el terreno fuerza a las explotaciones agrícolas y a las autoridades a improvisar.
“Se ignora cuáles serán los productos sembrados. Cada granja o finca tomará su decisión según la disponibilidad de semillas, abonos, pesticidas y combustible”, explica el ministro.
La falta de combustible provoca más preocupación, ya que antes de la guerra el combustible era suministrado desde Rusia y Bielorrusia, y por puertos cuyo acceso ahora está bloqueado por las fuerzas rusas.
La situación se degradó en las últimas semanas, pues los bombardeos rusos afectaron varios depósitos de combustible, especialmente en el oeste del país, hasta entonces menos afectado.
A reinventar la logística
“El enemigo dirige cínicamente sus bombardeos contra depósitos de combustible, a sabiendas de que nos preparamos a la campaña de siembra, para afectarla”, dice M. Solsky. Nuevos suministros “están en camino”, asegura sin dar detalles.
Ucrania tiene suficientes reservas para alimentar a su propia población, que era antes de la guerra de 40 millones de personas.
El gobierno prohibió o limitó las exportaciones de muchos productos alimenticios, como trigo, azúcar, alforfón, cebada, avena, reses o aves.
Las exportaciones, cruciales tanto para los ingresos del país como para la alimentación mundial, se verán por lo tanto afectadas.
Rusia fue acusada el martes ante el Consejo de seguridad de la ONU de crear, a través de su ofensiva militar contra Ucrania, una crisis alimentaria mundial que podría tener consecuencias en África del Norte y en Oriente Medio.
Ucrania exportaba antes de la guerra 4.5 millones de toneladas mensuales de producción agrícola desde sus puertos, pero “el bloqueo paró las exportaciones de hecho”, señaló el ministro.
“Los rusos bombardean nuestros puertos y colocan minas en las rutas marítimas”, cuya “restauración tomará varios años” después del fin de los combates, advirtió.
El gobierno “trabaja para aumentar las capacidades” de exportación, especialmente con ayuda de los ferrocarriles, asegura el responsable. Pero “por razones evidentes, no lo difundiremos”, dijo.