El bitcóin, la criptomoneda más grande del mundo, aparentemente está en todas partes. Está posicionándose en la normalidad diaria, desde la comida rápida hasta los deportes e incluso en Walmart. Como inversión, el espectacular repunte que ha tenido este año anima a sus adeptos y despierta la curiosidad de aquellos que aún no se han iniciado en este mundo. Tan solo en el 2021, el precio del bitcóin se ha duplicado con creces, y el mercado de las criptomonedas en su conjunto ahora vale más de US$ 3 billones. ¿Qué opina? ¿Es hora de invertir?
La forma más fácil de apostar por el bitcóin es, por supuesto, comprándolo. Pero hay muchas razones por las que podría no querer tomar una ruta tan directa. Tal vez no sepa nada sobre bitcóin y quiera involucrarse, pero prefiere la familiaridad de ciertas inversiones más tradicionales. O tal vez sepa mucho sobre bitcóin y no quiera tocarlo por sus cambios de precios aparentemente aleatorios.
O tal vez ya mueve bitcóin y está buscando invertir de manera más amplia en el futuro de las criptomonedas. La buena noticia es que hay más formas que nunca para que los inversionistas estadounidenses ganen exposición. A continuación algunas de las alternativas:
ETF
Si bien los fondos cotizados en bolsa que rastrean el precio del bitcóin han estado disponibles durante un tiempo en países como Canadá y Europa, ha sido una historia diferente en Estados Unidos, donde los reguladores los habían bloqueado durante mucho tiempo. Todo eso cambió en octubre, cuando se permitió que debutaran los primeros ETF relacionados con bitcóin.
Sin embargo, es importante destacar que estos productos invierten en futuros de bitcóin, que rastrean el precio al spot de bitcóin indirectamente mediante el uso de contratos supervisados por la Bolsa Mercantil de Chicago (la Comisión de Bolsa y Valores sostiene que esta versión tiene más protecciones para los inversionistas que un ETF de bitcóin normal). Han lanzado dos hasta ahora: el ETF ProShares Bitcoin Strategy (BITO) y el ETF Valkyrie Bitcoin Strategy (BTF).
Cada uno de ellos cobra US$ 9.50 por cada US$ 1,000 que invierte, e involucra al complicado mundo de futuros, que son herramientas que utilizan operadores para apostar sobre los movimientos de precios. Pero estos fondos pueden ser ideales para aquellos que son nuevos en el mundo del bitcóin o aquellos que esperan consolidar sus tenencias en una cuenta de corretaje tradicional que no permite la criptomoneda como tal.
Comprar acciones tradicionales en empresa relacionada con bitcóin
Las empresas tienen estructuras que pueden resultar más familiares para el inversionista medio, como equipos ejecutivos que toman decisiones y resultados financieros que se deben divulgar. Esa es una de las razones por las que algunos prefieren esta ruta para obtener una exposición indirecta al bitcóin.
Coinbase Global Inc. es un buen ejemplo. Dado que la mayoría de sus ingresos provienen de las comisiones que cobra a los usuarios por depositar y negociar fondos, la valoración del criptointercambio fluctúa en estrecha correlación con el precio del bitcóin. En una presentación, la compañía lo expuso: “Nuestros ingresos netos dependen sustancialmente de los precios de los criptoactivos y del volumen de transacciones realizadas en nuestra plataforma”.
Alternativamente, inversionistas podrían centrarse en empresas que son optimistas ante el bitcóin y tienen participaciones sustanciales. Tesla Inc. tiene alrededor de US$ 1,260 millones en “activos digitales” según sus últimos estados financieros.
Con las empresas que hacen otras cosas además de tener bitcóin, también debe evaluar su sector y el rendimiento de sus productos individuales. El rendimiento de las acciones se verá influenciado por un rango de factores con los que las empresas individuales deben lidiar, no solo el precio del bitcóin.
ETF de acciones
Para invertir en varias empresas a la vez, existen varios fondos cotizados que mantienen acciones de empresas involucradas en el ecosistema del bitcóin. Por ejemplo, el ETF (BITQ) de Bitwise Crypto Industry Innovators abarca a Galaxy Digital, Coinbase y MicroStrategy entre sus participaciones más grandes. Cuesta US$ 8.50 por cada US$ 1,000 que invierte.
El fondo Amplify Transformational Data Sharing (BLOK) tiene un objetivo similar, mientras que el ETF Viridi Cleaner Energy Crypto-Mining & Semiconductor (RIGZ) ofrece un giro ASG (ambiental, social y de gobernanza corporativa). Y se avecinan más.
Invertir en tecnología
El bitcóin es una moneda digital: cada unidad es un registro encriptado almacenado en una cadena de bloques pública, como probablemente ya sabe. Al resolver problemas matemáticos complejos para verificar las transacciones de la moneda, las personas pueden ser “recompensadas” con nuevos bitcoines.
Eso abre la puerta a las empresas que hacen minería de bitcóin, las cuales utilizan potentes ordenadores para crear unidades de la moneda digital desde cero.
“Ya no hay que ser experto en informática para esta minería”, dijo Julius de Kempenaer, analista técnico senior de Stockcharts.com. “Hay empresas que pueden hacerlo por usted”.
Fideicomisos de la vieja escuela
Antes de que debutaran los ETF basados en futuros, los fideicomisos eran el lugar al que acudir para obtener exposición de intereses a bitcóin. El más conocido es el fideicomiso Grayscale Bitcoin Trust lanzado en 2013 por Grayscale Investments, una firma de criptoinversión estadounidense.
La desventaja es que Grayscale cobra una comisión del 2% por su gestión del fondo. “Hay muchas más comisiones asociadas. Si posee bitcóin directamente, no está pagando ninguna tarifa”, dijo Ryan Cole, asesor patrimonial privado de Citrine Capital, una firma de gestión patrimonial con sede en San Francisco.
Sin embargo, la empresa ha presentado una solicitud para convertir el fideicomiso en un ETF.
También están las “AltCoins”
También existe la opción de comprar una de las muchas monedas alternativas, o “AltCoins”. Litecóin, creado en 2011, ha aumentado un 60% este año, en comparación con aproximadamente el 110% de bitcóin. Ether, la segunda moneda digital más grande, ha aumentado un 510% durante el mismo período de tiempo.
Dogecóin y shiba inu han causado sensación recientemente, pero las razones fundamentales por las que alguien invertiría en cualquiera de estas “memecoins” son, en el mejor de los casos, turbias. Aún así, han aumentado exponencialmente este año.
O simplemente compre bitcóin
Solía ser mucho más complicado tener bitcoines, ya sea una moneda completa o una fracción. Había que abrir carteras, seguir claves y, a menudo, significaba tratar con empresas nuevas sin antecedentes ni oficinas centrales a las que uno pudiera llamar. Ahora, varias empresas facilitan la compra de bitcóin y otras criptomonedas, aunque las comisiones y las políticas varían.