Con los puertos del mar Negro bloqueados por la guerra, exportar cereal de Ucrania se ha convertido en un gran problema, en un país que es uno de los principales productores mundiales de grano y aceites vegetales, por lo que los productores tienen que buscar cualquier salida.
Como construir un silo en Eslovaquia, para llevarlo allí por tren y poder distribuirlo en distintos países europeos, explica Volodímir Klepoch, responsable de la empresa Baryshev Grain Company en la localidad ucraniana de Myrhorod.
Antes de la invasión rusa exportaban entre el 85% y 90% de su producción por los puertos, pero con la guerra tuvieron que buscar una vía para sacar al exterior su maíz, soja o girasol, unas 200,000 a 300,000 toneladas, depende de cómo sea la cosecha cada año.
La solución en su caso fue comprar el silo en Eslovaquia y que trabajadores de más de 60 años se encarguen de sacarlo de Ucrania, porque la ley marcial impuesta por la guerra impide salir del país, salvo algunas circunstancias, a los varones de 18 a 60 años.
Luego desde allí, detalla Klepoch, se lleva a otros países europeos, aunque no sin dificultades, pues se acumulan los vagones en espera de poder seguir su camino, porque no es fácil asumir de repente por ferrocarril un flujo de mercancía que antes iba en su mayoría por puerto.
Ucrania tiene un ancho de vía de la antigua Unión Soviética, por lo que hay que trasvasar la carga en la frontera de países como Polonia, y por Bielorrusia no es posible salir al Báltico, pues es aliado de Rusia.
Además del incremento de costes, que está por ver hasta dónde repercute en el precio del grano, advierte.
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) ha advertido de “múltiples crisis alimentarias inminentes”, por causas como la guerra en Ucrania, que ha agudizado aún más alza de precios en productos como los alimentos.
FAO alerta
El problema se puede agravar si la guerra impide recoger la cosecha este verano y sembrar la siguiente en otoño, ha alertado la FAO.
“El mundo tiene que entender que necesita la producción de Ucrania”, asevera el responsable de la empresa, que añade que si el país entra en el Unión Europea (UE), será la Europa comunitaria la primera beneficiada.
Otros países europeos, entre los que cita a Polonia y Hungría, habían cerrado almacenes de grano que ahora están volviendo a abrir.
Los silos de Baryshev Grain Company en Myrhorod están a unas dos horas de carretera de Kiev y más al norte los que tiene en Chernígov resultaron dañados durante un ataque con misiles, sin que hayan podido repararlos. “Lo más importante es que no tuvimos ni un trabajador herido”, comenta.
La empresa produce además “gasóleo ecológico” a partir de residuos de maíz, “para no depender del petróleo ruso”, apunta el responsable del silo.
Ucrania ha denunciado que miles de toneladas de grano han sido robadas y en parte exportadas por barcos rusos en partes del país ocupadas por Rusia, que lo niega, mientras no está siendo fácil un acuerdo para abrir un corredor por el que las exportaciones ucranianas salgan por el mar Negro hacia Turquía.
Los problemas para exportar la producción ucraniana pueden afectar especialmente a países de Oriente Medio y sobre todo de África, donde en algunos la sequía amenaza con hambrunas si no llega cereal.
Ucrania es el sexto mayor productor mundial de trigo y maíz, el cuarto en cebada, que en el caso de algunos países de África y Asia representa entre un tercio y la mitad de sus importaciones. Rusia es otro de los mayores productores, pero no puede exportar por las sanciones impuestas por la guerra.