El cobre operaba estable este lunes tras subir más temprano en la sesión, ya que el temor por la demanda en China era compensado por sólidas cifras de crecimiento de las exportaciones del país, caída de los inventarios y la aprobación de un proyecto de ley de infraestructura de US$1 billón en Estados Unidos.
A las 1136 GMT, el cobre a tres meses en la Bolsa de Metales de Londres (LME) tenía una baja marginal de 0.18% a US$ 9,500.50 la tonelada.
El precio del metal se negoció en un estrecho rango de US$ 300 durante la semana pasada, mientras el mercado espera pistas sobre las perspectivas de demanda futura.
“Los metales industriales todavía enfrentan vientos en contra en medio de signos de una crisis energética que se está calmando y destrucción de la demanda que agregaron presión sobre las perspectivas económicas del mayor consumidor (China) y de otras partes del mundo”, dijo la analista de ING Wenyu Yao.
“Como resultado, los resultados de la reunión del Politburó de China esta semana serán analizados de cerca en busca de pistas sobre las perspectivas de la demanda de metales”, añadió.
El crecimiento de las exportaciones de China superó los pronósticos, ayudado por el auge de la demanda mundial, una disminución de la crisis energética y una mejora en las cadenas de suministro.
Las existencias en los almacenes registrados en la LME se han reducido a más de la mitad desde finales de agosto a 115,525 toneladas.