El Banco Popular de China no implementará estímulos del estilo "riego por inundación", según el informe trimestral de política monetaria publicado en Pekín. La política monetaria prudente debe mantener la neutralidad y "mantener el equilibrio entre la restricción y la relajación", lo que indica un sesgo levemente más expansivo que hace tres meses.
El banco central ha estado recorriendo un camino muy difícil: es responsable de restringir la creciente deuda incobrable en todo el país, pero también debe asegurarse de que las empresas puedan pedir prestado dinero para invertir y continuar impulsando el crecimiento. Esa tarea se ha vuelto más difícil debido a la guerra comercial con Estados Unidos y a una economía que ya se está desacelerando.
El banco dijo que utilizará de manera flexible una combinación de múltiples herramientas de política monetaria y mejorará aún más la gestión macroprudencial de la economía. También mejorará los servicios financieros a través del aumento de la oferta y la competencia, según el informe.
Si bien el Banco Popular de China anticipa riesgos por el aumento de las tensiones comerciales, la volatilidad financiera en los mercados emergentes y la fragilidad financiera mundial, dijo que no devaluaría competitivamente el yuan, ni lo usaría como una herramienta para hacer frente a cambios externos como las tensiones comerciales.
Los comentarios sobre la moneda muestran que el banco tomará un enfoque de no intervención en el mercado de divisas en días normales, pero intervendrá en caso de fluctuaciones masivas, dijo Zhu Qibing, analista principal de macroeconomía en BOC International China Ltd. en Pekín.
La tarea de lograr un crecimiento de alta calidad será "ardua", dijo el banco, con un tono más preocupado que en el informe del trimestre anterior. Y si bien la restricción del financiamiento local y la desaceleración del crecimiento de la inversión en infraestructura afectarán la economía en el corto plazo, será beneficioso en el largo plazo.