Los futuros del café arábica subieron debido a que las previsiones meteorológicas adversas indicaron un mayor estrés para los cultivos en el principal proveedor de Brasil. El azúcar también subió.
Si bien las lluvias del fin de semana brindaron alivio a las regiones centrales del país, incluido Mato Grosso do Sul, partes de Paraná y São Paulo, las lluvias no llegaron a Minas Gerais, la principal región productora de café, dijo Donald Keeney, meteorólogo sénior de Maxar Technologies Inc.
Las principales áreas de arábica de São Paulo y Minas también podrían enfrentar condiciones secas y temperaturas por encima de lo normal en las próximas dos semanas, según Somar Meteorologia.
El café arábica para entrega en diciembre subió hasta 3.2% en Nueva York a US$ 1,983 la libra en ICE Futures US, el nivel más alto para un contrato más activo desde finales de julio. Los granos favorecidos por Starbucks Corp. se encaminan a un aumento de 10% en agosto, y han subido 53% en el último año después de que una sequía en el 2020 frenara las perspectivas para la producción brasileña en el 2021.
“El principal impulsor es el pronóstico de Brasil”, dijo Hernando de la Roche, vicepresidente sénior de StoneX Financial Inc. en Miami. “Este seguirá siendo un mercado meteorológico durante las próximas semanas”, al menos hasta la llegada típica de la temporada de lluvias en la segunda quincena de setiembre. Los operadores están sopesando eso contra el impacto potencial de las variantes de covid en la economía y la demanda, indicó.
Brasil no es el único gigante cafetero con problemas. El exceso de días nublados han dañado las cosechas en Colombia, el segundo mayor exportador de arábica, y los problemas relacionados con el covid están frenando los flujos de exportación de Vietnam, el mayor exportador de granos robusta comercializados en Londres, donde los mercados están cerrados el lunes por feriado.
El café arábica todavía está por debajo del máximo alcanzado en siete años el mes pasado después de que tres heladas redujeron las perspectivas para el 2022-23, dejando los árboles deshidratados y quemados.
“Los precios parecen haber recuperado el impulso alcista y podrían estar volviendo a una nueva prueba de sus máximos de finales de julio”, según el Informe Hightower en Chicago.