Russ KoesterichEstratega Principal de Inversiones Globales para iShares de BlackRock

La buena noticia de la semana pasada fue que las se vendieron masivamente y se estabilizaron, antes de que una recuperación el viernes las dejara casi sin modificaciones para la semana.

El índice Dow Jones Industrial Average subió un 0.34% y cerró en 16,554, el índice S&P 500 subió un 0.19% y cerró en 1,931 y el índice Nasdaq Composite, compuesto mayoritariamente por empresas tecnológicas, tuvo un pequeño aumento del 0.12% para cerrar la semana en 4,370.

Mientras tanto, el rendimiento de las letras del Tesoro a 10 años cayó del 2.50% al 2.41% mientras que, a su vez, aumentó el precio.

El mercado bursátil tuvo un tono menos que positivo durante las últimas tres semanas, pero las negociaciones no hicieron solo hincapié en la aversión al riesgo o en tomar una posición "defensiva".

Por el contrario, lo que parece prevalecer es el valor relativo, el cual está teniendo un fuerte impacto en la forma de actuar de los inversionistas. Esperamos que continúe esta tendencia.

Las buenas noticias económicas se ven mitigadas por los riesgos geopolíticosEn general, las acciones globales perdieron más terreno la semana pasada, a pesar de que las acciones de EE.UU. lograron mostrar una recuperación impresionante el viernes y registraron una ganancia semanal nominal.

El aspecto positivo es que las acciones continuaron beneficiándose de las sólidas ganancias estadounidenses, y un 77% de las compañías estadounidenses superó las expectativas de los analistas y registró un sorprendente crecimiento de los ingresos del 4.4%.

También contribuyen los datos económicos favorables. La semana pasada, una medida clave del sector de servicios de EE.UU. alcanzó su nivel más alto desde fines del 2005, mientras que cayó el promedio de cuatro semanas de las solicitudes iniciales de subsidios por desempleo al nivel más bajo en ocho años.

Lamentablemente, a pesar de ello, los inversionistas también deben enfrentarse a una larga lista de riesgos geopolíticos. Durante la semana pasada, abundaron acontecimientos como estos: una ruptura del alto al fuego en Gaza, una participación renovada de los EE.UU. en Irak (a través de ataques aéreos), un aumento de tensiones en Ucrania y una serie de sanciones en represalia por parte de Rusia.

El incremento en las tensiones geopolíticas indudablemente afecta el comportamiento de los inversionistas. Previo al retroceso del viernes, la volatilidad del mercado bursátil casi alcanzó el nivel más elevado en cuatro meses y repuntaron muchos de los llamados activos "refugio".

Por ejemplo, a pesar de la cantidad de fuertes comunicados económicos estadounidenses, continuaron repuntando las letras del Tesoro y el rendimiento de los pagarés a 10 años alcanzó el nivel más bajo en 14 meses.

Y las letras del Tesoro no son la única salvación para aquellos que buscan seguridad. Los inversionistas también se han estado volcando en masa a los bonos alemanes, que tienen un rendimiento del 1.02%, el más bajo histórico.

Enfoque en el valor relativoA pesar de esto, las acciones no siguieron totalmente el típico rumbo "sin riesgos". El oro, activo refugio por excelencia, se mantiene bastante por debajo de sus altos niveles de la primavera, y algunos sectores defensivos, en especial los de servicios públicos, telecomunicaciones y salud, han tenido dificultades en lo que va del mes.

Mientras tanto, han tenido rendimientos relativamente buenos ciertos segmentos de mayor riesgo del mercado, como las acciones de los mercados fronterizos y los mercados emergentes (ME) de Asia.

Los ME de Asia no se muestran inmunes a las ventas, pero han tenido mejores rendimientos que el mercado general y continúan atrayendo flujos nuevos.

Esta desconexión aparente entre la angustia de los inversionistas, que queda en evidencia con el mercado de acciones estable, la volatilidad creciente y la venta de los bonos de alto rendimiento, y una propensión a los mercados más exóticos se puede reconciliar de una manera relativamente sencilla: los inversionistas tienen un nuevo interés en el valor.

Los ME de Asia demuestran bien este punto. Este segmento del mercado se ha visto beneficiado gracias a la estabilización de la economía china y los resultados positivos de la elección en India, pero hay otra razón por la que los inversionistas se sienten atraídos a esta región del mundo: es relativamente económica.

Mientras que las valoraciones en los ME de Asia todavía se encuentran por encima de los niveles de negociación más bajos que se observaron en el 2008, se cotizan con un 30% de descuento en comparación con los mercados desarrollados.

En pocas palabras, en un momento cuando la mayoría de las clases de activos más importantes se encuentran en algún punto entre plenamente valorados y costosos, los inversionistas se ven forzados a buscar valores y rendimientos en otros lugares. Dicho de otro modo: en un mundo en el que la mayoría de las inversiones parecen costosas, ser razonable es la nueva tendencia de ahorro.