El (BCE) mantuvo este jueves su política monetaria muy intervencionista, tal como se esperaba, en tanto el presidente del organismo Mario Draghi expresó sus esperanzas sobre el "fortalecimiento" del crecimiento en la zona euro.

El consejo de gobernadores, instancia que dirige al BCE, integrada por seis directores y 19 presidentes de bancos centrales de la zona euro, dejó sin cambios sus tasas de interés, en su más bajo nivel histórico desde marzo de 2016, y mantuvo su amplio programa de compra de deuda.

La entidad con sede en Fráncfort mantiene en cero su principal tasa, referencia para el crédito en la zona euro.

La tasa de interés marginal, con la que los bancos se endeudan por 24 horas, la mantiene en 0.25%. La tasa de depósito al día, que cayó en territorio negativo por primera vez en junio de 2014, la mantiene en negativo, a -0.4%.

"Los datos disponibles desde marzo confirman que la recuperación cíclica de la economía de la zona euro es cada vez más sólida", declaró en una conferencia de prensa en Fráncfort.

Los economistas no esperaban ningún anuncio nuevo en el frente de las tasas antes de la segunda vuelta de la elección presidencial en Francia, prevista el 7 de mayo.

Las tasas no se mueven desde marzo de 2016. El BCE promete desde entonces mantenerlas bajas durante mucho más tiempo.

El BCE, que había ampliado en diciembre su programa de compra de deuda pública y privada no anunció ninguna modificación al dispositivo lanzado en 2015 para incentivar la economía.

Amenazas sobre la economíaDraghi y el jefe economista del BCE Peter Praet han insistido últimamente en las amenazas sobre la economía de la zona euro por el complicado contexto mundial, en particular los temores provocados por el proteccionismo en Estados Unidos, el "Brexit" o la emergencia de movimientos antisistema en Europa.

Pero Draghi aventuró en su rueda de prensa que quizás "el riesgo de proteccionismo comercial se ha desvanecido un poco".

El responsable del BCE regresaba de la reciente reunión del G20 en Washington, en la que mantuvo reuniones con las autoridades estadounidenses.

Draghi reconoció que no había "realmente" sacado mucho en claro de esas reuniones. "Por el momento sería prematuro reaccionar o tomar decisiones a partir de las futuras políticas de la administración estadounidense", dijo.

La ventaja que adquirió el candidato centrista proeuropeo Emmanuel Macron en la primera vuelta de las elecciones presidenciales francesas es considerada una buena noticia para alejar la inestabilidad financiera y el riesgo de ralentización del crecimiento en la zona euro.

Pero el hecho de que la candidata antieuropea del Frente Nacional (FN, extrema derecha), Marine Le Pen, esté todavía en liza sigue siendo un factor de riesgo, según los economistas.

Finalmente, el BCE no está aún dispuesto a bajar la guardia. La inflación se contrajo en marzo a 1.5% luego de haber alcanzado 2% en febrero, el objetivo al que apuntaba la entidad.

Los expertos esperan con impaciencia la reunión de política monetaria de junio, a la espera de una señal tangible que podría presentarse a la par de las nuevas previsiones de inflación y crecimiento en la zona euro.