
Recientemente, la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS) emitió una norma que modifica la forma en la que las entidades financieras calcularán el valor de sus inversiones para fines contables.
Los expertos consultados coinciden en que el supervisor busca ser más exigente, ¿por qué?
LEA TAMBIÉN: Cajas y financieras mejoran, pero una de cada tres está en rojo, ¿en cuál ahorra usted?
Las instituciones financieras deberán ahora mantener a disposición de la SBS la descripción del modelo de negocio, la estrategia de gestión, los objetivos, los KPI (indicadores clave de rendimiento por sus siglas en inglés) asociados, la remuneración de los gestores y la evaluación de ventas, entre otros, según Luis Miguel Garrido, asociado senior del área financiera y corporativa del estudio Rubio, Leguía Normand.
Anteriormente, solo se solicitaban manuales de políticas y procedimientos actualizados; así como modelos, supuestos, fórmulas y “otros utilizados para la determinación del valor” de la inversión.
“(En la nueva ley) se pide un mayor detalle que antes no se recogía de forma específica. Por ejemplo, los KPI que son bastante importantes para ver justamente cómo está el desempeño de las inversiones”, sostuvo Garrido. “La norma anterior era más escueta”, añadió.

Valor razonable de activos
Karina Chinguel, socia de Vodanovic, consideró que los cambios de la SBS permitirán a las entidades financieras tomar decisiones de manera más oportuna.
“Por ejemplo, si la empresa es capaz de reconocer efectivamente una caída (en alguna de sus inversiones) puede en ese momento decir: oye, hay una tendencia a la baja. Entonces, voy a tomar una posición de venta”, explicó.
En tal sentido, se refirió a la importancia de definir el valor razonable de los activos financieros.
Chinguel explicó que el valor razonable es el precio que recibiría hoy la empresa si decidiera vender su inversión. Así, las condiciones variantes del mercado pueden determinar una valorización o depreciación del activo financiero.
Sanciones a entidades financieras
La experta comentó que la SBS se ha reservado la facultad de solicitar a las empresas del sistema financiero que realicen ajustes por deterioro de su inversión.
De ese modo, se les podría obligar a destinar provisiones adicionales si se detecta “una distorsión en el cálculo”, refirió.
La SBS considerará también como falta grave la reclasificación de categorías contables sin demostrar un cambio en el modelo de negocio. La multa aproximada es de entre 20 UIT y 100 UIT, precisa Vodanovic.
Garrido detalló que la norma anterior también consideraba una falta grave por el mismo concepto. Sin embargo, solo mencionaba “el incumplimiento de procedimientos y disposiciones establecidas” al momento de reclasificar las inversiones.
Es decir, el reglamento anterior no hacía alusión a la exigencia de demostrar un cambio del modelo de negocio.
Tanto Chinguel como Garrido coincidieron en que las modificaciones dispuestas por la SBS, que entrarán en vigor el 1 de enero del 2027, apuntan a una armonización con las normas internacionales de contabilidad.
LEA TAMBIÉN: Condiciones para acceder a tarjetas de crédito e hipotecas serán más duras, ¿qué cambiará?
Categorías de inversión
La norma también incluye una nueva gama de categorías de inversión, que se orienta a ser más precisa sobre los tipos de activos.
“Ahora la SBS hace énfasis en el modelo de negocio. Antes, la clasificación era teniendo en cuenta la intención de la inversión”, refirió Garrido. “(La nueva exigencia) es algo más orgánica, conforme a la estructura de la empresa”, agregó.

Bancos de inversión
Las nuevas disposiciones abarcan a todas las empresas del sistema financiero, incluyendo a Cofide, Banco de la Nación, Banco Agropecuario y Fondo MiVivienda. Además, se incorpora a los bancos de inversión, que no eran considerados en la norma anterior, según Luis Miguel Garrido, del estudio Rubio, Leguía Normand.
Las que quedan fuera son las Cooperativas de Ahorro y Crédito.
Dentro del reglamento, además, se conciben tres modelos posibles de negocio en la gestión de inversiones: mantener las inversiones para cobrar flujos de efectivo contractuales, obtención de flujos de efectivo tanto contractuales como de las ventas, y gestionar activos para venderlos activamente.

Economista con trayectoria en periodismo y medios digitales.