El Banco Central de Rusia más que duplicó su tasa de interés oficial el lunes e introdujo algunos controles de capital, en un momento en el que el país se enfrenta a un creciente aislamiento económico, pero su gobernador dijo que las sanciones le habían impedido vender divisas para apuntalar el rublo.
El banco central anunció este lunes que aumentará fuertemente la tasa de interés de referencia, que pasará del 9.5% al 20%, en un intento por enfrentar las severas sanciones económicas que distintos países de Occidente han acordado, como respuesta a la invasión rusa de Ucrania ordenada por el presidente Vladimir Putin.
La admisión de que las restricciones han atado en la práctica las manos del Banco de Rusia subraya la ferocidad de la reacción a la invasión de Moscú de Ucrania y el éxito de los aliados occidentales en restringir su capacidad para desplegar unos US$ 640,000 millones de reservas de divisas y oro.
“El banco central ha aumentado hoy su tasa de interés clave hasta el 20%, ya que las nuevas sanciones han provocado una desviación significativa del tipo de cambio del rublo y han limitado las opciones del banco central para usar sus reservas de oro y divisas”, dijo la gobernadora Elvira Nabiullina en una rueda de prensa.
“Tuvimos que aumentar los tasas (para) compensar a los ciudadanos por el aumento de los riesgos inflacionarios”, añadió.
Las sanciones occidentales habían hecho que el rublo se desplomara casi un 30% a mínimos históricos. La moneda recuperó algo de terreno después de que el banco central subió su principal tipo al 20%, el nivel más alto de este siglo, desde el 9.5%.
El Banco de Rusia vendió US$ 1,000 millones en los mercados de divisas el jueves, dijo Nabiullina, pero no intervino el lunes.
“Dadas las restricciones en el uso de las reservas de oro y divisas en dólares y euros, no realizamos intervenciones hoy”, dijo Nabiullina.
La ausencia del mercado sugiere que el rublo fue apoyado por otros agentes no identificados.
El lunes, el banco central y el Ministerio de Finanzas dijeron que ordenarían a las empresas exportadoras, entre las que se encuentran algunos de los mayores productores de energía del mundo, desde Gazprom hasta Rosneft, que vendieran el 80% de sus ingresos en divisas en el mercado, ya que la propia capacidad del banco central para intervenir estaba limitada.
Estados Unidos y Gran Bretaña prohibieron a sus ciudadanos o entidades realizar transacciones con el banco central, el Fondo Nacional de la Riqueza de Rusia o el Ministerio de Finanzas ruso.
Suiza dijo que adoptaría las sanciones de la Unión Europea contra los rusos implicados en la invasión de Ucrania y que congelaría sus activos, en un importante alejamiento de la tradición de neutralidad del país.
Demanda en efectivo
Los principales bancos rusos también han sido excluidos de la red de mensajería SWIFT, que facilita transacciones financieras por valor de billones de dólares en todo el mundo, lo que dificulta a los prestamistas y a las empresas realizar y recibir pagos.
Nabiullina dijo que Rusia tenía un reemplazo interno para SWIFT al que las contrapartes extranjeras podrían conectarse, pero no dio detalles.
El sector bancario se enfrenta a “un déficit estructural de liquidez” debido a la elevada demanda de efectivo, dijo Nabiullina.
“El banco central será flexible para utilizar cualquier herramienta necesaria (...) los bancos tienen suficiente cobertura para obtener financiación del banco central”, dijo Nabiullina.
Los rusos habían hecho cola frente a los cajeros automáticos el domingo, preocupados por que las sanciones pudieran desencadenar una escasez de efectivo e interrumpir los pagos.
Todos los bancos cumplirán con sus obligaciones y los fondos en sus cuentas están a salvo, dijo Nabiullina, aunque el banco central estaba recomendando que los bancos reestructuren los préstamos de algunos clientes.
Implicaciones globales
Analistas de Nomura señalaron en una nota a sus clientes que las nuevas medidas de represalia de Occidente contra Rusia podrían tener implicaciones globales más amplias.
“Estas sanciones de Occidente probablemente afectarán a los flujos comerciales de Rusia (alrededor del 80% de las transacciones de divisas manejadas por las instituciones financieras rusas son en dólares), lo que también afectará a las perspectivas de crecimiento de los principales socios comerciales de Rusia, incluida Europa, y dará lugar a más presión inflacionistas y al riesgo de estanflación”.
Una orden de que los agentes de bolsa rusos rechacen las las ventas de valores rusos de clientes extranjeros podría complicar los planes de los fondos soberanos de Noruega y Australia de reducir su exposición a las empresas que cotizan en bolsa en Rusia.
Tampoco estaba claro cómo la empresa energética BP, el mayor inversor extranjero de Rusia, iba a cumplir su decisión de abandonar su participación en la petrolera estatal Rosneft con un costo de hasta US$ 25,000 millones.
El banco global HSBC y la mayor empresa de arrendamiento de aviones del mundo, AerCap, se encuentran entre otras empresas occidentales que buscan salir de Rusia por sus acciones en Ucrania, que Moscú ha calificado como una “operación especial”.
Brusca caída del rublo
En tanto, el rublo se desplomó en el mercado Forex casi un 30 por ciento frente al dólar y el euro tras el anuncio de algunos bancos del sistema de comunicaciones interbancario internacional SWIFT y la paralización por parte de la Unión Europea (UE) de las transacciones con el Banco Central de Rusia (BCR). Poco después de las 09.00 hora local (06.00 GMT), el rublo perdía un 27.02% frente al euro.
El viernes, la divisa rusa cotizaba a 93.5 rublos por euro. Este lunes alcanzó el nivel de 119.8 rublos por euro. El Banco Central de Rusia, además, liberó 733 mil millones de rublos de las reservas de capital acumulado, en un intento por garantizar la estabilidad financiera e inyectar liquidez al mercado. La cifra equivale a 6,200 millones de euros.
Antes de las sanciones occidentales y la invasión de Ucrania, la inflación ya se disparaba en Rusia, lo que obligó al Banco Central a subir su tasa de referencia varias veces.