Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos (EAU), líderes de la OPEP, están dispuestos a ofrecer un “aumento significativo” de la producción de petróleo en caso de que el mundo enfrente una grave crisis de oferta este invierno boreal, dijeron fuentes conocedoras del pensamiento de los países del golfo Pérsico.
Cuando la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados (OPEP+) decidieron el miércoles aumentar el bombeo en 100,000 barriles por día (bpd), rompieron un tabú con una rara referencia a la capacidad de producción sobrante del grupo.
El comunicado habló de “la muy limitada disponibilidad” de la capacidad de reserva, lo que significa que había que mantenerla en reserva para “graves interrupciones de la oferta”.
A primera vista, eso se lee como un reconocimiento de que Arabia Saudita casi no tiene margen para aumentar la producción, como mencionó el presidente francés Emmanuel Macron en una conversación con su par estadounidense Joe Biden el mes pasado.
Tres fuentes, que hablaron bajo condición de anonimato debido a lo delicado del asunto, dijeron que Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos podrían bombear “significativamente más”, pero remarcaron que sólo lo harían si la crisis de oferta empeora.
“Con la posibilidad de que no haya gas en Europa este invierno (boreal), con un posible límite de precios en las ventas de petróleo ruso en términos interanuales en Año Nuevo, no podemos estar lanzando cada barril al mercado en este momento”, dijo una de las fuentes.
Las fuentes no cuantificaron ningún aumento, pero dijeron que Riad, los EAU y algunos otros miembros de la OPEP poseían alrededor de dos millones-2.7 millones de bpd de capacidad de producción sobrante.
“El único momento en que podemos demostrar que tenemos más capacidad de reserva es cuando se produzca una crisis de larga duración”, dijo la fuente, que añadió que sería entonces cuando los miembros de la OPEP aumentarían la producción.
Eso podría ser en este invierno boreal, señalaron las fuentes, mientras el enfrentamiento político y económico entre Rusia, miembro de la OPEP+, y Occidente sobre la invasión de Ucrania por parte de Moscú no muestra signos de alivio.
La invasión, iniciada el 24 de febrero, hizo que los precios del gas en Europa alcanzaran récords y elevó el precio del crudo Brent a máximos de 14 años. Como consecuencia, la inflación ha alcanzado máximos de varias décadas y los bancos centrales de todo el mundo han subido las tasas de interés con fuerza.
Sin embargo, los precios internacionales del petróleo han caído desde los máximos de marzo y volvieron a bajar el miércoles después de que datos estadounidenses indicaran una débil demanda de combustible, en parte porque los altos precios han limitado el consumo.
La mayoría de los miembros de la OPEP+ han tenido dificultades para cumplir sus objetivos de producción, en un momento en que han agotado su potencial de bombeo tras años de escasa inversión en nueva capacidad.
En ese contexto, la decisión del miércoles de aumentar los objetivos de producción en 100,000 bpd, uno de los menores incrementos desde que se introdujeron las cuotas de la OPEP en 1982, fue un gesto de buena voluntad, dijo una de las fuentes.
“Es pequeño, sí, pero demuestra que la OPEP+, dado el hecho de que incluye tantos países, como Rusia, Irán, Venezuela, con todos sus problemas, logró avanzar”, dijo la fuente.