La nueva presidenta del Perú genera optimismo entre los inversionistas que esperan que la fortaleza fiscal pueda reinar de nuevo y mantener mayores ganancias en los bonos del país.
Los bonos en dólares del país se encaminaban hacia un avance semanal mientras el expresidente Pedro Castillo fue destituido y arrestado, y Dina Boluarte asumió la presidencia.
Los bonos con vencimiento en el 2072 han subido más de 2 centavos en lo corrido de la semana a su nivel más alto desde agosto. Y con los mercados locales cerrados por día feriado, el sol sigue siendo una de las monedas con mejor desempeño en los mercados emergentes este año.
“La gente está analizando los fundamentos subyacentes del país y ve que la inestabilidad política no está teniendo un impacto negativo masivo en las cuentas fiscales o en las cuentas externas”, dijo Sarah Glendon, analista sénior de Columbia Threadneedle Investments en Nueva York.
Los inversionistas en bonos han favorecido la deuda del país por sus amplias reservas de divisas y su sólido contexto fiscal, a pesar de la historia de inestabilidad del Gobierno. Boluarte, la primera mujer jefa de Estado de Perú y exvicepresidenta de Castillo, es la sexta presidenta del país en cuatro años.
Pero la líder prometió el jueves nombrar un gabinete que represente a “todas las fuerzas democráticas” y pidió una “tregua” en las pugnas políticas internas para poder gobernar y tener un “país viable”. También prometió combatir la “vergonzosa” corrupción que aqueja al país y denunció un intento anterior de Castillo de disolver el Congreso.
Mientras tanto, la deuda en dólares del país ha aumentado. Los bonos con vencimiento en el 2072 subieron esta semana a 71.6 centavos, encaminados hacia el mayor avance semanal en un mes. Los bonos con vencimiento en el 2051 también han subido más de 2 centavos durante el período al nivel más alto desde mediados de agosto.
El rendimiento extra que piden los inversionistas para mantener los bonos de la nación sobre los bonos del Tesoro de Estados Unidos es de alrededor de 1.9 puntos porcentuales, el más bajo de la región después de Chile y Uruguay.
Ahora que se disipó la nube gris de la vacancia de Castillo y que se evitó la perspectiva de una crisis prolongada, la pregunta para los inversionistas es si Perú puede entrar en un período de relativa estabilidad.
“Podríamos decir que prevaleció la institucionalidad peruana y el Estado de derecho”, dijo William Snead, estratega de BBVA en Nueva York. “El problema principal ha sido el estancamiento político y el impacto negativo que podría tener en el crecimiento económico en el futuro. Desde el punto de vista fundamental, sigo siendo positivo”.
Sin embargo, un mayor apoyo legislativo podría llevar a Boluarte a tratar de flexibilizar la restricción fiscal del país, lo que podría resultar en mayores déficits y debilitar uno de los pilares clave de la nación, escribieron en una nota Alejandro Arreaza y Juan Prada, analistas de Barclays Capital Inc. Aun así, tomaría tiempo para que los mercados valoren realmente cualquier deterioro potencial.
“En Perú, es como si la gente se hubiera vuelto insensible al ruido político”, dijo Zulfi Ali, gestor de fondos en PGIM Fixed Income. “Es como un impacto que sucede y luego el mercado se vuelve inmune”.