El mercado crediticio estadounidense se está volviendo más vulnerable a la disfunción, advierten estrategas de Bank of America Corp., después de que un indicador clave de estrés crediticio del banco traspasara su “zona crítica”.
Un informe de inflación candente, que intensificó las expectativas de que la Reserva Federal continuará en su senda de fuertes aumentos de tasas, llevó al indicador de estrés crediticio (CSI, por sus siglas en inglés) del banco a niveles críticos que se asemejan a la caída de marzo del 2020, señalaron los analistas Oleg Melentyev y Eric Yu en una nota el viernes.
“Con nuestro CSI ahora en la zona crítica después de esta semana, y la emisión de GI a un paso de alcanzar el ritmo del 2008 sobre una base ajustada por el índice, el mercado crediticio corre un riesgo significativo de entrar en disfunción”, dijeron.
Los analistas esperan que la Fed siga subiendo las tasas hasta fin de año, y prevén alzas de 75 puntos básicos tanto en noviembre como en diciembre. “La Fed seguirá adelante hasta que un accidente del mercado financiero la detenga”, escribieron los estrategas.
Por otra parte, la frustración por las tasas de interés más altas está llevando a los inversionistas a recalibrar sus estrategias de inversión. Los analistas recomiendan a los administradores de cartera que sobreponderen sus activos en valores con grado de inversión y bonos con calificación BB.
“Creemos que la Fed puede darse el lujo de perder temporalmente el mercado alto rendimiento; no puede darse el lujo de perder el de grado de inversión”, dijeron Melentyev y Yu.
Además del ámbito de las alzas de tasas y la inflación, siguen existiendo otros riesgos infravalorados, según BofA, como el congelamiento del crédito, interrupciones de liquidez y una posible disminución de la demanda extranjera de bonos corporativos de grado de inversión estadounidenses.
“Seguimos enfocados en catalizadores potenciales clave: el Reino Unido, la liquidez de UST y el BOJ”, dijeron los analistas. “Creemos que cualquiera de estos podría desencadenar una reacción en todo el mercado de una magnitud lo suficientemente significativa como para perturbar el ya frágil mercado crediticio de EE.UU.”