Después que la mayor parte del año las malas condiciones climáticas han afectado a la agricultura peruana -lo que ocasionó que este sector caiga 5.19% a septiembre de este año y se espera cierre del 2023 “en rojo”-, los pronósticos empiezan a mejorar.
Hasta inicios de noviembre, la Comisión Multisectorial encargada del Estudio Nacional del Fenómeno “El Niño” (Enfen) preveía que El Niño costero, presente desde febrero último en Perú, podría continuar hasta el otoño del 2024 impulsado por las aguas cálidas que se esperaba traiga El Niño global que se venía formando en el Pacífico Central.
Sin embargo, el anticiclón del Pacífico Sur -que es un sistema de fuertes vientos que giran en sentido antihorario frente a la costa norte de Chile- estaría alejando del litoral peruano la masa de agua cálida que han traído sucesivas ondas Kelvin y que propicia El Niño.
Según el expresidente del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (Senamhi), Patricio Valderrama, desde octubre ese anticiclón se ha fortalecido, empujando agua el mar y aire fríos del Pacífico Sur (en este lado de Sudamérica), a las costas del Perú.
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Pronósticos
El Senamhi informó que prevé precipitaciones para los próximos días que favorecerían el avance de la campaña agrícola 2023-2024 que se desarrolla en la sierra central y sur (desde agosto último), incluso en la zona del altiplano (que fue la más golpeada por una severa sequía desde fines del 2022).
Glicerio Canchari, experto en agrometeorología del Senamhi, indicó a Gestión que en general están volviendo a la normalidad las condiciones del clima, particularmente en la sierra del Perú.
Explicó que, según las condiciones iniciales que ahora se muestran en los sistemas de vigilancia y monitoreo de esa entidad, los nuevos pronósticos prevén mejoras en las condiciones climáticas que tienen incidencia en la actividad agrícola.
“Eso significa que si bien el escenario no era tan optimista (hasta hace poco) los datos de las observaciones van mostrando la disponibilidad hídrica y condiciones ambientales favorables, no óptimas, pero sí favorables para el desarrollo de la actividad de siembra y el desarrollo de los cultivos a nivel nacional”, aseveró.
Esa proyección es para lo que resta del presente mes y hasta febrero del 2024, sobre todo para la sierra central y sierra norte, donde se avizoran condiciones de lluvias entre normales a superiores, anotó.
En el caso de la sierra sur, Canchari indicó que los datos de vigilancia muestran en general lluvias dentro de sus condiciones normales, salvo algunas zonas particulares donde habría algunas deficiencias de precipitaciones.
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Cultivos favorecidos
El Senamhi detalla que, en el altiplano las lluvias previstas favorecerían el normal desarrollo vegetativo de los cultivos de papa, quinua y habas conducidos principalmente en secano; así como, generaría nuevos brotes de los pastos naturales y cultivados.
Sin embargo, advierte, no se descarta el incremento de las enfermedades fitosanitarias asociadas al exceso de humedad como la “pudrición de raíces”, especialmente en parcelas próximas al lago Titicaca.
Maíz
En la sierra sur oriental, el incremento de lluvias promovería el desarrollo de la fase reproductiva (panoja y espiga) y la formación del grano de las plantaciones de maíz en siembras adelantadas, especialmente en los valles interandinos como Urubamba (Cusco).
En las localidades de Chumbivilcas, Paruro y Canchis (Cusco), donde predominan sistemas productivos bajo secano, se espera que las labores de siembra se finalicen.
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Para las localidades como Anta (Cusco) y Andahuaylas (Apurímac) se estima una mejora en el estado del desarrollo vegetativo de las plantas, ya que se espera una disminución de los síntomas de estrés hídrico y una baja tasa de evapotranspiración.
En general, insistió el experto, hay un panorama para los cultivos dedicados al consumo interno, mucho mejor que el registrado el año pasado
Arroz
Para la zona costera del país, y dependiendo del rubro agrícola en curso, las condiciones son diferentes. Así, para el caso de los sembríos de arroz que corresponden a la campaña chica actualmente en curso, las condiciones térmicas en la costa norte son muy favorables para su cultivo.
Sin embargo, indicó que, para el caso de los sembríos de mango en la costa norte, gran parte de aquellos que no lograron florear por el invierno cálido, continuarían en la etapa vegetativa, es decir podría haber retrasos para su cultivo.
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Mango
La cosecha de mango se podría postergar hasta enero o febrero, pero si en ese periodo ocurren lluvias sobre lo normal, se podrían afectar sus frutos. Refirió que ya los reportes de envíos de mangos frescos para exportación indican una caída del más del 50% en las cosechas en los últimos meses.
Hay otros cultivos en la zona norte que también se han visto afectados por el mal clima, como los paltos, arándanos, entre otros.
Detalló que en la costa sur, el invierno cálido afectó la floración de los sembríos de olivo, y si bien ahora las temperaturas se han normalizado, el porcentaje de floración continúa siendo muy por debajo de lo normal, por lo que se prevé una cosecha muy inferior a lo habitual.
Acciones del Midagri
En su presentación ante la Comisión de Fiscalización del Congreso de la República, la titular del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri), Jennifer Contreras, dio a conocer acciones de contingencia que implementará su sector en las zonas consideradas vulnerables para enfrentar El Niño costero el 2024.
Entre ellas mencionó la ejecución de un nuevo Seguro Agrícola Catastrófico (SAC), con una prima de S/ 98 millones para proteger 1.8 millones de hectáreas de cultivos a nivel nacional ante las adversidades de la naturaleza.
En forma paralela, se pondrá en marcha el Seguro Agropecuario Cofinanciado (SAGRO), para atender a 15 mil productores asegurados con un costo de S/ 9.1 millones para proteger 51 mil hectáreas. El SAGRO, anotó, es ofrecido hoy por: Caja Arequipa, Caja Sullana, Financiera Confianza, Caja Ica y AGROBANCO.
Comunicador social. Estudió en la Escuela de Comunicación Social de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, e Inglés en la PUCP.
