El primer mensaje a la Nación de la presidenta Dina Boluarte destacó por su extensión, más no por su contenido. En un contexto marcado por altas tasas de inflación, baja inversión privada y una contracción de la economía al punto de debatirse si es que nos encontramos o no en recesión, el Mensaje de 28 de julio ha terminado por incumplir muchas de las expectativas generadas en cuanto a la reactivación de la economía.
A diferencia de su predecesor y exceptuando el anuncio de incremento de la Remuneración Mínima Vital (sin especificar a cuánto asciende el alza ni cuándo se llevará a cabo), la mayor parte del Mensaje ha sido bien recibido desde el sector empresarial.
Si bien se esperaba un mayor énfasis en medidas que permitan restaurar la confianza empresarial, el consenso de los economistas consultados por Gestión es de un mensaje positivo.
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Las principales novedades en materia de reactivación económica son aquellas ligadas a proyectos de infraestructura, como es la creación de Fideicomisos de titulización para el desarrollo de la movilidad urbana en Lima y Callao. “Tiene por objeto obtener créditos y recursos financieros para el desarrollo de proyectos de movilidad urbana, ejecutados bajo la modalidad de Contratación Estado a Estado”, explicó Boluarte en el Mensaje.
Adicionalmente, se anunciaron medidas para la reactivación de la pequeña agricultura, pero la agricultura de exportación fue omitida en el discurso, exceptuando la intención de destrabe del gobierno de los grandes proyectos de irrigación Chavimochic III y Majes Siguas II.
Alonso Segura, ex ministro de Economía y Finanzas
Hay mucha hipérbole en el Mensaje a la Nación en cuanto a los anuncios de gasto y la ejecución de los proyectos, como si fuese el primer gobierno que se enfoca en las inversiones. En otras gestiones se creó el equipo de destrabe, las Mesas Ejecutivas, los presupuestos multianuales, lo mismo que las mejoras en las Asociaciones Público-Privadas (APP). Ahora se habla de la Autoridad Nacional de la Infraestructura (ANIN) como una solución, y se mencionan anuncios de millones en gastos que preocupan.
Lo primero que se debe rescatar es que no se trata de un gobierno de Castillo, pero no se observa ningún eje claro en cuanto al futuro.
Se mencionó que se va a cumplir la “meta” en la Regla Fiscal, pero no se trata de una meta sino de un límite de 2.4% de déficit fiscal para este año. Sin embargo, con tantos anuncios se observa difícil el cumplimiento de la regla fiscal porque la mayoría de los anuncios se financian con recursos públicos, así sea bajo el sistema de Gobierno a Gobierno.
Además, se habla de la titulización y bonos soberanos, con lo cual se compromete los flujos futuros de ingresos del Estado.
Hay demasiada opacidad hasta el momento, pero las cifras no cuadran ante todos los anuncios que se han hecho con la capacidad fiscal. Dudo que se vaya a cumplir el déficit fiscal, pero esa es una mirada personal, dado que la ejecución de los proyectos no cuadra en la trayectoria de mediano plazo.
A ello se suma los efectos de El Niño Costero y el Niño Global en el que no se observa un incremento presupuestal importante este año. Tal vez se verá en el presupuesto del 2024, en el que se destinará varios miles de millones como respuesta a la reconstrucción de la emergencia por el fenómeno climatológico.
Los deseos de salud universal y agua para todos son buenos, y siempre se busca cerrar las brechas, pero lo que se plantea en salud, por ejemplo, puede orientar a la precarización de los servicios, porque se brindaría incluso a las personas que si están en capacidad de poder cubrir con el costo del servicio.
A ello se suma que hay un aumento permanente en el gasto corriente que es permanente en materias de salud y educación.
David Tuesta, ex ministro de Economía y Finanzas y presidente del Consejo Peruano de Competitividad
Lo que tenemos fundamentalmente son anuncios, no medidas. Hasta no saber el detalle de cómo se van a desarrollar, es difícil saber si tendrán impacto en reactivación o en mejorar el crecimiento de mediano plazo.
Por ejemplo, se plantea que la Autoridad Nacional de Infraestructura (ANIN) promueva los proyectos de alto impacto. Como idea es importante, pero sin contenido es solo una buena idea.
Que se haya creado una Autoridad no asegura que todo vaya a cambiar de la noche a la mañana. Lo mismo podemos decir sobre los anuncios en torno a esa titularización para proyectos. Es una idea interesante, pero la pregunta es de qué se va a nutrir.
Hay anuncios orientados a la reactivación, pero no hay claridad. Otra cosa interesante es el pedido de facultades legislativas para atender consulta de riesgos e infraestructura social, además del tema de meritocracia y seguridad ciudadana, pero nuevamente, queda en idea.
Me preocupan también mensajes de corte populista como el de la Remuneración Mínima Vital. No se ha dicho explícitamente que va a subir, pero manifiesta su deseo por ello, a pesar de que sabemos que no sirve para la gran mayoría de peruanos y más bien juega en contra a la generación de empleos formales.
Le quita fuerza a medidas que buscaban generar confianza. Estos anuncios que pueden tener probabilidad de funcionar palidecen cuando vemos que el mensaje tuvo otros anuncios prometiendo una cantidad importante de fondos que no se sabe de donde saldrán para ser financiados.
Se ha perdido la oportunidad de dar un mensaje orientado a la urgencia. Por ejemplo, no se ha hablado de competitividad. Habría sido mucho más importante, en lugar de hablar de un incremento en el sueldo mínimo, hablar del mecanismo para institucionalizar el cálculo del mismo, habría dado una visión más clara.
Otros grandes ausentes son el sector minero y agroexportador. Principalmente el primero, que se sigue viendo afectado por la “permisología”. Una buena señal hacia los inversionistas habría sido la implementación de una Ventanilla Única para agilizar la obtención de permisos.
Carlos Oliva, ex ministro de Economía y Finanzas y presidente del Consejo Fiscal
Me parece bien que en el Mensaje a la Nación se diga que se mantiene la prudencia fiscal, porque en este momento estamos fuera de la regla. Pero, a juzgar por los anuncios mencionados, nos podemos quedar fuera de la regla fiscal. Aunque será difícil ver el cumplimiento de muchos de los proyectos.
Recordemos que tenemos una economía que no está creciendo y que el límite de déficit fiscal para el próximo año es de 2%.
Hay muchas cosas que se prometen y al final no se realizan por falta de gestión. Hay promesas que tienen más de 15 años, como el anuncio de la petroquímica o el gas para todos. Lo que falta conocer es en qué condiciones se realizarán. Son buenos deseos más que promesas. Lo que esperaría es que en los próximos días se conozca los detalles de los anuncios, cómo se va a financiar y concretar estos proyectos, lo que es algo enorme
Para el cumplimiento de la ejecución de más del 75% de la inversión pública, el Ejecutivo ha desplegado a personas del Ministerio de Economía y Finanzas a regiones, pero se necesita algo más trascendental para lograrlo.
En el caso de la Autoridad Nacional de Infraestructura (ANIN) no hay ninguna obligación para el traslado de los proyectos de las otras entidades. Hay más de 130 proyectos, pero no se tiene la claridad de la dimensión que se tendrá, dado que pueden ejecutar solo dos como más de 100. Esperemos que se pueda definir en el reglamento.
Lo mismo en inversión privada. No se van a recuperar las expectativas ni se va reaccionar ante discursos, que pueden ser importantes y valiosos, pero se necesita ver cosas más concretas. Mientras el Gobierno no meta goles será complicado cambiar las expectativas.
Se debió convocar el Consejo Nacional de Competitividad, porque se necesita una hoja de ruta. Este es un mecanismo idóneo del Gobierno para relacionarse con el sector privado, la academia y los sindicatos. Vemos un Estado muy reactivo cuando tiene instrumentos que no usa hasta ahora.
El otro tema ausente es el minero, que tiene una famosa cartera de US$ 50,000 millones que siempre se patea a futuro. A ello se le suma la inestabilidad ante lo que sucede en la concesión de Rutas de Lima porque da señales de que no se respeta las reglas para la inversión privada. Es necesario un pronunciamiento del MEF y del Ejecutivo en conjunto.
Elmer Cuba, ex director del Banco Central de Reserva del Perú y socio de Macroconsult
La economía esta estancada, pero por factores ajenos a ella. Ya sea la inflación, que es un fenómeno a nivel mundial; la lucha contra la inflación, que se traduce a la tasa de interés de referencia del Banco Central; o la violencia de comienzos de año, todos estos factores son transitorios.
Dado el rezago de la implementación de políticas públicas que busquen reactivar la economía, este año está perdido. El impacto de Con Punche Perú recién se sentirá a partir del 2024, siempre que el impacto del Fenómeno del Niño sea igual o menor a lo esperado.
Del mensaje destaco el tema de la bicameralidad y del Acuerdo Nacional. Son medidas positivas dado el contexto político.
Sobre el resto, hay muchos titulares, pero se desconoce el detalle. Por ejemplo, el anuncio de la petroquímica es demasiado abierto, no se sabe por qué medios se llevaría el gas y ese tipo de factores son los que dan viabilidad o no a un proyecto.
Es posible que, de acuerdo a lo anunciado, no se alcance la meta fiscal, pero esto no es algo grave. Dada la solidez macroeconómica del Perú, estamos lejos de ser un país irresponsable en materia fiscal. De nuevo, se tendría que ver el detalle de las medidas anunciadas.
Estoy de acuerdo con que, dado el contexto, la política fiscal se mantenga expansiva. No se puede ser contractivo en este momento.
Un tema extraño en el discurso es la discusión sobre el aumento de Sueldo Mínimo, sabiendo que la economía está estancada y el empleo formal también, no hace mucho sentido anunciar en esa materia.
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