La producción agropecuaria fue una de las más golpeados el año pasado, con una caída de 2.9%, según data del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP). Además, la agroexportación -uno de los mercados más importantes del sector- que si bien creció 3.9% durante el año pasado, tenía espacio para un mejor resultado. Como consecuencia de este retroceso, el empleo en el sector agropecuario se contrajo en el lado informal mientras la parte formal aumentó ligeramente.
En detalle, los puestos de trabajo informales agropecuario se redujeron en 328,347, según ComexPerú, con data de la Encuesta Permanente de Empleo Nacional; y el empleo formal aumentó solo en 8,437.
Para dinamizar esta actividad -y se refleje en el empleo- no solo se necesita tener un clima propicio para el cultivo, también se requiere la operatividad de los proyectos de irrigación que llevan años de retraso.
El 63.7% de la superficie agrícola no tiene acceso al agua, por eso existen cuatro proyectos priorizados por el Plan Nacional de Infraestructura para la Competitividad, con un total de S/5,648 millones de inversión: Chavimochic III (La Libertad), Majes-Siguas II (Arequipa), Presa Ancascocha (Arequipa) y Vilavilani II (Tacna). Además, hay otros proyectos que también aportarían a las exportaciones agrícolas, como Chinecas, Las Delicias y Alto Piura.
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Como consecuencia del retraso de estos proyectos se estarían dejando atrás más de 421 mil empleos asociados a la agroexportación, comenta Rafael Zacnich, Gerente de Estudios Económicos de ComexPerú. “Mantenemos por años muchos grandes proyectos de irrigación que ampliarían la frontera de producción agrícola exportadora en más de 200 mil hectáreas. Estamos dejando dejando de generar empleos porque los proyectos de irrigación no operan y por otro lado, están incluyendo sobre costos laborales”, refiere.
Solo con la finalización de la obra en Palo Redondo de Chavimochic III se incrementarían 150,000 puestos de trabajo directos, mientras que Chinecas y Majes Siguas II contribuiría con 100,000 cada uno, precisan desde ComexPerú.
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¿Cómo el “rebote” del agro aportaría al empleol?
Todas las estimaciones para el sector coinciden en que este año será mejor. Sin embargo, este crecimiento económico solo podría mejorar las cifras de empleo agregado, pero el crecimiento empujaría principalmente el empleo informal.
“En el agro, algo que viene pasando desde hace tiempo es que el empleo formal está creciendo cada vez menos, esto producto de la falta de incentivos y de competitividad”, considera Daniel Najarro, Analista de Estudios Económico de ComexPerú.
En diciembre del 2020 se derogó la ley de promoción agraria. La nueva ley agraria estableció un pago adicional de 30% de la Remuneración Mínima Vital sobre el salario del trabajador agropecuario.
“Esto ha generado un sobre costo de más del 80% de lo que es el salario natural agropecuario, por eso para este año estamos pensando impulsar la reevaluación y la eliminación de este sobre costo, ya que esto impide al sector agropecuario fomentar el empleo informal”, indica Rafael Zacnich.
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Esta falta de incentivos, -comenta Najarro- ha provocará que este año no se cierre la brecha de empleo en el sector agropecuario (que contiene al agro): “En el 2023 se perdieron cerca de 300 mil empleos, y previamente, entre el 2022 y el 2021 ya se habían perdido cerca de 400 mil puestos de trabajo. Estamos 700 mil empleos por debajo”.
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