El estimado de crecimiento para la Manufactura No Primaria es de 1.4% en el 2022, el cual sería similar en el 2023. Esto se explica por un efecto base, pues el sector creció 24% en el 2021, porcentaje muy por encima al de manufactura total (17%) y del PBI (13%), señaló Carlos Asmat, analista senior del Departamento de Estudios Económicos del banco Scotiabank.
Mencionó que, dado que la manufactura no primaria está vinculada directamente con el desempeño de la demanda interna (consumo privado y público, e inversión privada y pública), la caída en el crecimiento de la inversión privada explicaría la desaceleración.
“Se espera una desaceleración en el 2022. Vemos un tema de recuperación del empleo formal, pero muy lentamente, y esto está asociado a una inversión privada que caería en 2% este año (estimación de Scotiabank). En este contexto, la demanda interna crecería apenas 2%, estando por debajo del PBI, e impactando al sector de manufactura no primaria”, indicó.
Rubros
Con respecto el rubro de minería no metálica, indicó que la industria vinculada a la construcción se vería también en desaceleración por la menor influencia de autoconstrucción en contraste a lo que pasó el año pasado.
“En el 2021 le fue muy bien al cemento, ladrillos, y otros materiales de construcción, lo cual se explicó en parte por la autoconstrucción impulsada por los ingresos extraordinarios de los retiros de las AFP y CTS, además del ahorro de las familias por las restricciones. En el 2022, sin embargo, no se espera que esto se repita, pues no se prevén más retiros de sus fondos previsionales, y, dado que la economía tiene menos restricciones con aforos al 100%, las familias destinarían menos recursos a las mejoras del hogar vinculadas a construcción”, afirmó.
Por el lado de papel y cartón, dijo que el que se vaya retomando la presencialidad en centros educativos y oficinas, va a impulsar la demanda de este rubro con respecto al año pasado. Sin embargo, se debe tomar en cuenta que se espera que la digitalización aún se mantenga incluso en la presencialidad (supliendo el uso de, por ejemplo, papel), lo que contendría el efecto positivo.
“La presencialidad se va a ir dando gradualmente, por lo que la mayor demanda de papel podría ser más nítida a partir del segundo semestre del año. Esto está sujeto, como todas las industrias, a que no haya ningún retroceso por el lado sanitario”, precisó.
El rubro de textiles y confecciones se está viendo alentado por el lado de exportaciones, principalmente a Estados Unidos (el cual representa más del 50% en la demanda para exportación y tuvo un crecimiento de 63% en el 2021). Se espera que el rubro, en general, siga creciendo este año, pero por debajo de los dos dígitos, señaló Asmat.
“Esta industria ha tenido un desempeño interesante y ha superado expectativas. Se espera que este año, la mayor presencialidad o el permanecer menos en el hogar impulse la demanda local de textiles. Las confecciones para exportación tuvieron un crecimiento de 62% en el 2021, con un monto por encima de lo que solía registrar en los últimos años, esto por la mayor demanda de los principales destinos como Estados Unidos, explicado, en parte, por las sanciones a China con respecto a la importación de prendas”, manifestó.
En cuanto a bebidas no alcohólicas, mencionó que en el segmento de gaseosas se podría volver a los niveles prepandemia, y habría una continuidad de los que ya recuperaron sus niveles del 2019, como es el caso de las bebidas rehidratantes y refrescos. Esto apoyado por el restablecimiento de los aforos y menos restricciones por el lado de turismo.
Cabe resaltar que hubo un rebote fuerte en las bebidas rehidratantes en el 2021 y que las gaseosas crecieron cerca de 14%, pero no llegaron a niveles prepandemia (-5% con respecto al 2019), según Asmat.
“Se debe tomar en consideración que se están observando cambios en los hábitos de consumo, en donde hay cada vez más preferencia por las bebidas con bajo contenido de azúcar. Esto se refleja en el consumo de nuevas categorías de productos como en el caso de bebidas rehidratantes”, afirmó.
Inversiones
Según el analista de Scotiabank, si bien se espera aún crecimiento de diversos rubros del sector de manufactura no primaria, los que tendrían mayor propensión a realizar inversiones son los del rubro textil (principalmente los orientados a exportación) y los vinculados a construcción.
“No serían grandes inversiones y estarían ligadas a la optimización de líneas de producción; es decir, no tanto para ampliar planta. Posiblemente las industrias vinculadas a construcción son las que inviertan en un incremento en la capacidad de producción. Hay industrias que recién retomarán niveles prepandemia, por lo que la capacidad instalada ya se tenía, como por ejemplo la industria de papel”, indicó.
Dato
- La demanda interna, según el Banco Central de Reserva (BCR) creció 14% en el 2021.
- Textil, cuero y calzado creció en 29% en el 2021.