Con la última declaratoria de ampliación del estado de emergencia sanitaria por el COVID-19, los trabajadores pueden aplicar el trabajo remoto hasta el 7 de diciembre del 2020. Sin embargo, el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE) evalúa ampliarlo hasta julio del 2021.
Al respecto, el laboralista César Puntriano señala que, considerando este escenario, se debería contemplan algunas modificaciones legales a favor de los trabajadores que vienen trabajando bajo esta modalidad.
Puntriano explica en el Perú existe desde el 2013 la Ley del teletrabajo (Ley Nº 30036) la cual establece que cuando el teletrabajador aporte sus propios equipos o elementos de trabajo, “el empleador debe compensar la totalidad de los gastos, incluidos los gastos de comunicación”. Sin embargo, con la emergencia sanitaria decretada por el coronavirus, se realizó una modificación y se estableció la figura del trabajo remoto que es más flexible y que -entre otros puntos- no contempla dicha compensación de gastos.
De tal manera, dijo que unas de las modificaciones que se debería aplicar es precisamente que bajo el trabajo remoto las empresas deban asumir parte de los costos que están realizando los trabajadores, tales como luz e internet.
“Si el empleador impone la medida del trabajo remoto, yo creo que en ese escenario sí. Es decir, si se impone la medida como empresa, yo asumo. Si los dos acordamos la medida, ahí lo dejamos al acuerdo de partes. En ese escenario se convenga, por ejemplo, o que lo asuma el empleador o que lo asuma el trabajador, o que lo hagan 50/50″, explicó.
Precisó, además, que en el trabajo remoto las empresas no están obligadas a entregar equipos de trabajo a sus colaboradores -como sillas ergonómicas y laptops-, pero, las empresas en el país ya lo han estado realizando, lo que también da pie a que este proceso también sea obligatorio.
También figura el derecho a la desconexión digital del trabajador fuera de las horas de trabajo. “Este derecho está reconocido en otros países como España, pero más que hablar de un derecho a la desconexión digital, lo que tiene que hacer el empleador es respetar el horario. Si el trabajador está sujeto a un horario y es hasta las 6:00 p.m. no deberían llamarlo a las 7:00 p.m.”, explicó.
Salud y escalas en los bonos
Por su parte, Renzo Gotelli, docente especialista en derecho laboral de la Universidad Privada del Norte (UPN), señala que también se deben fortalecer las normas de seguridad y salud en el trabajo, pues bajo el trabajo remoto, las empresas solo se limitan a enviar recomendaciones a los trabajadores.
Según explicó, muchos trabajadores han dado a conocer que el nivel de estrés se ha elevado durante la pandemia, principalmente por la carga familiar -muchos tienen a los hijos estudiando también desde casa-, por lo que existe una serie de externalidades que no han sido consideradas.
“También se debe considerar el estrés que tienen los trabajadores por trabajar desde casa. Las empresas no se han preocupado si tienen una locación física adecuada para realizar sus labores. Solo están enviando encuestas, porque así lo indica la norma, sobre si tiene las herramientas para trabajar o si tiene un lugar para hacerlo, pero no especifica acudir a fiscalizar ese lugar”, detalla.
Gotelli coincide con Puntriano respecto a establecer como obligatoriedad las compensaciones o bonos a los trabajadores por los costos que asumen por luz e internet, sin embargo, precisó que estos bonos deben establecerse de acuerdo a la posición del trabajador, y por consiguiente, su remuneración.
Señala que dentro de la empresa un trabajador puede percibir más ingresos frente a otros, en tanto, algunos trabajadores solo reciben un poco más del sueldo mínimo (S/ 950). En este último caso se debe tomar mayor consideración, pues durante los primeros meses del año se reportaron -por ejemplo- incremento en los recibos de luz de los usuarios.
“Entonces ese incremento es atribuible a que están todo el día en casa, entonces consumen porque todo el día tienen que estar conectados. Hay trabajadores de menores ingresos que sí han presentado reclamos de que si bien es cierto están trabajando en casa, sus costos también se han incrementado”, dijo