Aunque la participación de personas mayores de 60 años en la fuerza laboral peruana va en aumento —con proyecciones del INEI que indican que este grupo alcanzará el 22,2% de la población total para 2050—, aún son pocas las empresas que implementan estrategias concretas para aprovechar y retener su valiosa experiencia. Esta situación representa un reto importante para la competitividad del país, ya que los profesionales senior poseen un conocimiento acumulado que puede convertirse en una ventaja estratégica clave.
Frente a este panorama, las decisiones que tomen las organizaciones serán determinantes. “Las personas mayores de 60 años priorizan las oportunidades de aprendizaje y desarrollo. Por otro lado, la implementación de programas de transferencia de conocimiento, como la mentoría, puede impulsar la productividad empresarial en hasta un 20%, de acuerdo a datos de Harvard Business Review”, señala Luis del Carpio, Director de Programas de Centrum PUCP.
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Algunos países europeos ya están adoptando políticas efectivas para retener a este segmento de talento. “Las personas mayores de 55 años representaron en el 2024 el 26% del personal de las empresas españolas, una cifra que ha aumentado en casi 10 puntos respecto al 16,8% del 2023, lo que evidencia una creciente valoración de la experiencia y sugiere que las políticas de retención están teniendo un impacto positivo en la composición del personal”, comentó Juan Pablo Delgado Aguirre, Managing Partner de ND Executive Search.
Las organizaciones que logren aprovechar este capital humano estarán mejor preparadas para enfrentar los desafíos del futuro. Foto: Andina.
En este contexto, retener el talento senior se vuelve una estrategia clave para garantizar la sostenibilidad y el éxito organizacional en el largo plazo.
Tanto Del Carpio como Delgado coinciden en que, además de promover la educación continua, las empresas que aspiren a consolidar estructuras organizativas resilientes y atraer talento deben adoptar una visión integral. Esta debe incluir modalidades de trabajo flexibles, condiciones laborales seguras y respetuosas, y esquemas de compensación que reconozcan y valoren adecuadamente la experiencia y las contribuciones individuales.
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Hoy más que nunca, el entorno exige que las empresas peruanas reconozcan de forma activa el aporte estratégico del talento senior e impulsen políticas integrales que respondan a sus expectativas. Aquellas organizaciones que logren aprovechar este capital humano estarán mejor preparadas para enfrentar los desafíos del futuro y construir ventajas competitivas sostenibles.
