Ministro de Trabajo y Promoción del Empleo
Una nueva gestión ministerial siempre es oportunidad para la revisión institucional de lo existente, refrescar la mirada sobre lo proyectado, continuar y fortalecer lo ya avanzado, así como generar nuevas líneas de acción.
La política es el arte de dialogar para construir consensos. En materia sociolaboral el espacio institucionalizado de diálogo es el Consejo Nacional de Trabajo y Promoción del Empleo (CNTPE), en el que participan -o debiesen participar- los gremios empresariales, centrales sindicales y el sector Trabajo.
Con los representantes de los trabajadores las conversaciones vienen siendo bastante fluidas, bajo una política de puertas abiertas, grupos de trabajo, mesas bilaterales y reuniones constantes con diversos lideres sindicales de todo el país. Situación distinta ocurre con los gremios empresariales de quienes, pese a nuestros reiterados intentos de acercamiento, solo hemos recibido negativas. Nosotros queremos escuchar, pero necesitamos que ambas partes manifiesten en espacios tripartitos qué es lo que desean y por qué lo desean.
De acuerdo a lo dispuesto por los convenios 26 y 99 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en mayo de este año, el CNTPE acordó por unanimidad incluir como tema de agenda prioritaria la elaboración de una propuesta para la institucionalización de la revisión periódica de la remuneración mínima vital (RMV) en base a criterios técnicos.
El Perú es uno de los pocos países de Latinoamérica que no tiene una norma que regule el “cómo, el cuánto y el cuándo” de la RMV. México, Ecuador, Costa Rica, Brasil y Colombia revisan anualmente la RMV, en tanto Chile y Uruguay lo hacen de forma semestral.
La RMV protege el valor adquisitivo del salario de los trabajadores y garantiza un crecimiento económico más equitativo. Por ello la importancia de que sea determinada técnicamente, y no con base en coyunturas políticas, a fin de garantizar su predictibilidad y no causar efectos colaterales en el mercado de trabajo.
En el debate público, a la RMV se le ha imputado efectos negativos como la pérdida de empleo principalmente en las microempresas. Sin embargo, el limitado crecimiento de la microempresa en el Perú no se sustenta en los costos laborales ni en la regulación que determina RMV, sino en factores vinculados a la competencia informal, la demanda limitada, el crédito, entre otros, tal y como lo señala la Encuesta Nacional de Empresas (INEI). Asimismo, la Encuesta de Demanda de Ocupaciones a nivel nacional 2022 (MTPE), arroja que la legislación laboral está por debajo de los 5 principales motivos para la no contratación.
En el documento de trabajo “Impacto del incremento de la remuneración mínima vital en el sector asalariado formal privado” que publicamos hoy, las investigaciones concluyen que los incrementos de la RMV realizados en los años 2016 y 2018 no tuvieron efectos negativos en el mercado laboral, no generaron pérdida de empleo, sino más bien la mejora de las remuneraciones.
En esa línea, partiendo del acuerdo del CNTPE y con la asistencia de la OIT venimos desarrollando reuniones técnicas y trabajando una propuesta que tiene por objetivo principal despolitizar la RMV, para que la decisión de su incremento responda exclusivamente a parámetros técnicos definidos con claridad. Durante este proceso hemos convocado nuevamente al sector empresarial, sin embargo, sus representantes nuevamente se han negado a participar. Si bien el diálogo es importante, decisiones unilaterales no pueden impedir que continuemos trabajando.
No dejaremos de insistir en la convocatoria tripartita, confiamos en que la voluntad de diálogo primará y que juntos lograremos reactivar y consolidar el CNTPE como un espacio de diálogo legítimo y efectivo que nos permita avanzar hacia un país justo, equitativo y con oportunidades para todos.