(Foto: iStock)
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El 47% de latinoamericanos procedentes de Perú, México, Colombia, Argentina y Chile prefiere el , según un estudio realizado por la multinacional Zoho; mientras que el 45% opta por un trabajo híbrido. Además, el 63% del personal asegura que el home office ha mejorado su productividad.

Ante estas nuevas modalidades de empleo, se ha vuelto necesario establecer buenas prácticas para reforzar la confianza entre los equipos y crear un clima laboral saludable.

“Las mejores prácticas adoptadas por las compañías no necesariamente representan una gran inversión; pero sí agregan mucho valor a la organización, porque impactan positivamente en la cultura, que es la columna vertebral de toda empresa, pues permite afrontar las crisis, mejorar la comunicación de los equipos, disminuir la rotación del personal, aumentar la rentabilidad del negocio y tener objetivos más claros”, enfatiza Giancarlo Ameghino, Gerente de Gestión y Desarrollo Humano del Grupo Crosland.

El especialista también destaca seis buenas prácticas que se deberían aplicar en las empresas:

1. Creación de espacios digitales de socialización. El trabajo en equipo y el compañerismo no solo deben fomentarse en las oficinas, también es necesario promoverlo desde espacios remotos. “En pandemia, destinamos un momento de la semana para que nuestros equipos se conecten de manera virtual, donde no hablaran nada del trabajo, sino de temas personales. Además, una vez al mes desarrollamos nuestras olimpiadas internas en formato híbrido, para darnos un respiro del trabajo”, señala.

2. Alejarse del modelo de “presentismo digital” en el trabajo remoto e híbrido. Una relación se basa en un vínculo de confianza. Por eso, se debe valorar el desempeño en el rendimiento del personal. No se trata de pasar más cantidad de horas conectado, sino de hacer un trabajo de calidad.

3. Aumento de la participación e implicación de los colaboradores. Debemos observar qué funciona en nuestra empresa y cuán satisfecho se siente el personal. Para poder conocer sus opiniones, se pueden realizar encuestas anónimas. “En nuestro caso, el gerente general se reúne quincenalmente para tener desayunos o almuerzos con grupos pequeños de trabajadores”, indica Ameghino.

4. Capacitación en habilidades digitales. Si bien la cantidad de empresas y colaboradores que se sienten cómodos con el trabajo remoto ha aumentado notoriamente, aún no todos los profesionales ni compañías están preparados para este modelo. Por eso, será importante desarrollar una cultura digital en la organización.

5. Adaptación de los estilos de liderazgo. Es importante preparar a los líderes para ajustar las perspectivas del negocio, teniendo como eje un enfoque de gestión más humano.

6. Preocupación por la estabilidad emocional. A causa de la pandemia, los casos de burnout aumentaron, debido al home office. Frente a esta situación, el equilibrio emocional se volvió una prioridad. “Con un teletrabajo que desencadenó en mayores cargas laborales y conexión a medios electrónicos, en Grupo Crosland decidimos establecer una red de apoyo, donde ofrecimos ayuda psicológica a los colaboradores que presentaran cuadros de depresión, ansiedad o estrés”, afirma.