Las redes sociales se han convertido en una plataforma de suma relevancia en la vida de las personas, ya que no solo funcionan para informarse o interactuar, sino que su utilidad ha escalado a distintos aspectos de la cotidianidad. Las empresas han visualizado este potencial y hoy en día las usan en los procesos de selección, ello con el fin de encontrar al candidato idóneo.
Las organizaciones cada vez le prestan más importancia a la huella digital, por lo cual aplican mecanismos de búsqueda sobre las redes sociales de sus postulantes, con la finalidad de saber más sobre su personalidad y conocer otros aspectos que un CV no te muestra.
Ante ello, es importante que los candidatos le den importancia a la imagen que muestran en sus plataformas, ya que este elemento podría ser clave al momento de buscar trabajo.
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Giselle Rodríguez, consultora de LHH Perú, indicó que trabajar en la empleabilidad radica también en estar presente en redes sociales, sobre todo en LinkedIn que es sin duda la más potente para cualquier profesional que quiera mantenerse vigente en el mundo laboral.
En este sentido, “juegan un papel importante en todo el proceso de selección y contratación, ya que el reclutador no solo las usará como fuentes de reclutamiento, sino también para conocer de manera más clara y real la conducta social de un candidato e incluso, para evaluar encaje cultural, ya que lo que las redes hablan también de las creencias, costumbres y valores de una persona”, señaló.
Marcela León, directora de Leadership Services en Amrop Perú, explicó que la huella digital es el rastro que se deja en Internet, especialmente en redes sociales. Cada vez que se interactúa en estas plataformas, se crean contenidos e información que pueden ver y analizar otras personas, incluidos reclutadores y empleadores.
“Esta huella abarca publicaciones, comentarios, likes, fotos, videos, e incluso a quién seguimos y con quién nos relacionamos. En resumen, es nuestra identidad digital”, dijo.
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¿Filtro para la contratación?
Giselle Rodríguez refirió que las redes sociales, son nuestra carta de presentación en el mundo del internet, son nuestro “curriculum social” y le muestran al mundo que tan desarrollada está nuestra inteligencia social/emocional, que tan auténticos, coherentes, respetuosos y maduros somos en nuestras interacciones con el entorno.
“Es por ello que una mala imagen en redes sociales sí puede descartar a un candidato de un proceso de selección, por mucha experiencia que tenga o por muy preparado que esté. Una publicación desatinada o fuera de contexto, una actitud extremadamente crítica o negativa siempre, un comentario agresivo, serios errores ortográficos o de redacción, serán banderas rojas para cualquier reclutador”, explicó.
Asimismo, sostuvo que muchas personas piensan que las redes son espacios privados y no toman en cuenta que a través de ellas, están creando su propia reputación digital.
Marcela León coincidió en que una mala imagen en redes sociales sí puede ser motivo de descarte.
Refirió que los reclutadores buscan tres factores principales: que el candidato tenga las competencias y capacidades necesarias para el puesto y potencial para crecer en la organización, que demuestre un genuino interés en pertenecer a la empresa y a realizar el rol y que su personalidad y valores no solo encajen con la cultura de la organización, sino que la enriquezcan.
“Si alguien tiene comportamientos inapropiados, publica contenido ofensivo o no está alineado con los valores de la empresa, es probable que esto influya negativamente en la decisión de contratación. Así que es esencial que los candidatos gestionen su presencia online con el mismo cuidado y profesionalismo que aplican en su entorno laboral”, detalló.
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¿Un buen perfil en LinkedIn pesa más que un buen CV?
Giselle Rodríguez mencionó que ambas son herramientas de comunicación importantes de la marca profesional y personal de un candidato, por lo que ninguna pesa más que la otra, sino que se complementan.
“Debemos considerar que LinkedIn es usado como una fuente de reclutamiento, tiene un alcance masivo y está disponible para los reclutadores las 24 horas del día los 7 días de la semana, por lo que pueden revisar nuestro perfil en cualquier momento y no necesariamente nos vamos a enterar”, dijo.
Por su lado, el CV se suele compartir más a solicitud y quizá en un momento más formal del proceso. Al complementarse, no tienen que ser iguales, pero sí es fundamental que guarden coherencia entre sí para no confundir al reclutador, sobre todo en cuanto a fechas, nombres de cargos e incluso nombre de empresas.
Marcela León comentó que un buen perfil en LinkedIn complementa al currículum vitae y ofrece más información al reclutador. Se trata de una plataforma más dinámica, en la que no solo se puede ver la experiencia laboral, sino también recomendaciones, proyectos recientes, publicaciones y el nivel de actividad del candidato en su industria.
Entonces, “un perfil activo y bien cuidado muestra a un candidato comprometido con su desarrollo profesional. Esto puede ser más atractivo que un CV estático, ya que permite ver cómo interactúa y si está actualizado con las tendencias de su sector”, detalló.
Licenciado en Comunicación y Periodismo en la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC). Con cinco años de experiencia en prensa escrita y digital. Actualmente, se desempeña como redactor en Diario Gestión.
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